tag:blogger.com,1999:blog-281017292024-03-09T23:46:47.047-03:00Dios y AyacuchoCristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.comBlogger139125tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-63117577810781983622024-01-27T10:31:00.016-03:002024-01-30T15:53:52.119-03:00Calalo<p><span style="font-size: 12pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia;"><span> </span><span> </span><span> El domingo, </span>terminada la misa, me avisaron que
habían encontrado muerto al “Ale”, el hijo de Calalo. Un chico alegre y querible, cartonero como su padre, que tenía apenas veinte
años.</span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">****<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">Calalo es un personaje entrañable de
mi barrio. Alto, flaco, de cabeza calva, tiene el lejos venerable de un monje trapense,
aunque de cerca, su desdentada sonrisa y su rostro ajado revelan crudamente al
hombre pobre y sufrido, precozmente avejentado.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">Como un caracol humano, cada día sale
con un carro enorme, que parece un apéndice de sí mismo, a caminar las cerca
de cuarenta cuadras que separan su casa en el fondo de Las Tunas del centro
comercial de Gral. Pacheco. Los días que yo más temprano salgo, a eso de las
siete de la mañana, hacia la parada de la ruta 9, él ya desanduvo las cuarenta cuadras,
y lo veo sentado, con su carro lleno de cartones, en la puerta del chatarrero donde
“entrega”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">Más tarde, hará otro viaje. Otras ochenta
cuadras. Y así, cada día del año. </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">Fuera de esas frescas horas
matinales, no es común verlo, a él, fresco.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">Pero Calalo siempre sonríe. <o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">****<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">La última vez que lo había visto había sido en mi cumpleaños, hacía menos de dos semanas. Alegre. Bailando toda la noche
con las señoras de la capilla, con mis parientes, con quien se pusiera
adelante. Sinceramente cariñoso, pero con la pegajosa efusividad del alcohol. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">Hoy tiene los ojos llorosos. Está cansado de ir y venir a hablar con dos punteros
del barrio, y con el delegado municipal, y con los de la cochería. En el exiguo
patio delantero de su casa están todos en rueda: hijos, parientes, vecinos.
Todos, en la casa, dicen que el Ale no se quitó la vida, sino que lo mató la
novia. Hay tristeza. Hay dolor. Hay enojo. Y en medio de y por sobre todo eso, hay
la poderosa y cristiana resignación de los pobres de este mundo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">Muchas idas y vueltas: que los
documentos no aparecen, que las complicaciones de la autopsia… Y si no pagan el
sepelio, la municipalidad les impondrá sus mezquinas condiciones, que excluyen
la posibilidad de velarlo a cajón abierto y más de dos horas, amén de quitarles
la posibilidad de decidir en el futuro el destino final de sus restos. Pero
ellos quieren a toda costa velarlo en su casa, y el tiempo que haga falta, y
pasearlo por los lugares donde él paraba. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y sacarán de donde no tienen. Y organizarán
una colecta entre los vecinos y amigos. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">Las demoras hicieron que se
postergara la entrega del cuerpo. Lo velarán al día siguiente, desde el
mediodía, pero les negaron el derecho de despedirlo en su propia casa, por las
precarias condiciones… Al menos podrán hacer pasar el cortejo fúnebre delante
de su casa, donde nadie nunca le negó al derecho a vivir… en precarias condiciones.
<o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">****<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">A la mañana siguiente, a las siete, estaba yo en la parada de la ruta. Mi vista somnolienta estaba fija hacia donde
tenía que aparecer el 203, como si con la intensidad de la mirada pudiera apurar la
llegada del colectivo. De repente, me reclaman desde la otra vereda. Pero no
puedo creer lo que veo. Era Calalo, que, como todas las mañanas, volvía de
Pacheco, con su enorme carro cargado. Y quería avisarme el horario y el lugar
del velorio. Calalo, el que esa misma tarde tenía que enterrar a su hijo.
Calalo, que en medio de la muerte, seguía con la vida. Calalo que, como un caracol
humano, seguía caminando, cargando con su vida y con su pobreza. </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">¿Cuánto
más le habrá pesado ese carro hoy?</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: georgia;">El querido Calalo, con su carro a
cuestas, se me hizo que era Cristo por las calles de mi barrio, enseñándonos a cargar la cruz.</span><o:p></o:p></span></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-86036638544381636552024-01-08T13:48:00.014-03:002024-01-30T14:50:17.398-03:00Non confundar in aeternum<p style="text-align: justify;"><span> </span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-xDvcW5vmoMB4kYfDqGfYnaA-0qPy_dNWV5fWhKFblvIHuERYexIhpOJ1pta8dGv0UB9gRLfNpTxP8HXLCrFMU9wBnre6gMF8HLlNwZYvgY3T6CtGR6tswrEdIs9UHbZjnVfwyDShRuuhpBS_KmLlacPXrxNm_Io-hsRO7Zqh3EWFW69Ep31T/s770/CompadecioMultitud.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="770" height="398" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-xDvcW5vmoMB4kYfDqGfYnaA-0qPy_dNWV5fWhKFblvIHuERYexIhpOJ1pta8dGv0UB9gRLfNpTxP8HXLCrFMU9wBnre6gMF8HLlNwZYvgY3T6CtGR6tswrEdIs9UHbZjnVfwyDShRuuhpBS_KmLlacPXrxNm_Io-hsRO7Zqh3EWFW69Ep31T/w640-h398/CompadecioMultitud.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Cristo enseñando a la multitud (James Smetham)</i></td></tr></tbody></table><p></p><p style="text-align: justify;"><span> <span style="font-family: Book Antiqua;"> <span style="font-size: medium;"> </span></span></span><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;">Hace ya bastantes años escribí, en este mismo cuaderno cibernético, tres articulillos casi seguidos, describiendo el lastimoso estado de confusión que afectaba al ambiente -incluso eclesial- con ocasión de la legalización del mal llamado "matrimonio igualitario". Aquí están:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><a href="https://diosyayacucho.blogspot.com/2010/06/juirle-la-confusion.html" target="_blank">Juirle a la confusión</a> (junio de 2010)</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><a href="https://diosyayacucho.blogspot.com/2010/07/cooperar-con-la-verdad-ii.html" target="_blank">Santos Discépolo, ruega por nosotros</a> (julio 2010)</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;">y <a href="https://diosyayacucho.blogspot.com/2010/07/mea-culpa.html" target="_blank">MEA CULPA</a> (julio 2010), que tuvo en su momento considerable repercusión. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> Releyendo esas palabras hoy, a propósito de la Declaración del Card. Víctor M. Fernández <i><a href="https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_ddf_doc_20231218_fiducia-supplicans_sp.html" target="_blank">Fiducia supplicans</a></i> (ratificada del propio Papa Francisco), me siento en la obligación de escribir acerca del tema una vez más. Sobre todo, si considero que cuando escribí esos textos, antes de ser ordenado, no gravaba mi conciencia la responsabilidad pastoral que hoy tengo como sacerdote.<br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;">La verdad importa</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> En efecto, según el Evangelio, el primer deber del pastor es la enseñanza, el apacentar -alimentar- con la verdad: "Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre, y tuvo compasión de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato" (Mc 6, 34). Sólo después llegará el momento de darles de comer el pan material. Porque "no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt 4, 4). Dar la verdad es la primera misericordia.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> Mi primera reflexión se encamina precisamente a reivindicar la enseñanza de la verdad como el supremo bien de la persona humana, frente a una incorrecta comprensión de la evangelización, hoy muy en boga, que contrapone la ortodoxia a la ortopraxis, la doctrina a la pastoral, la verdad a la misericordia, abrazando unilateralmente los últimos polos de la falsa disyuntiva y despreciando los primeros como abstracciones, ideología, elitismo intelectual y perenne fuente de condena y división. En cambio, Cristo dice: "Esta es la vida eterna, que te <b>conozcan</b> a Ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado" (Jn 17, 3). La vida eterna es conocer una verdad que es Dios mismo. Verdad que, en cristiano, no es una idea abstracta, sino el encuentro real con Cristo, "camino, verdad y vida" (Jn 14, 6), como tan bien lo expresó el Papa cooperador de la verdad, Benedicto XVI, en el comienzo de su <i>Deus Caritas est.</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> En efecto, cuando el Señor dio sus últimas palabras a los Apóstoles, les pidió que fueran a todo el mundo, bautizaran, y <b>enseñaran</b> "a guardar todo lo que yo les he mandado" (cf. Mt 28, 20).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> El Espíritu Santo que Dios dejó a su Iglesia para que la guíe es "el Espíritu de la Verdad" (Jn 15, 26), porque es el Espíritu de Cristo, la Palabra hecha carne. Del otro lado, está el "Padre de la mentira" (Jn 8, 44), el "homicida desde el principio" (íd.), el Demonio. El evangelio de San Juan, así, asocia en la persona de Cristo la Verdad a la Vida, y en Satanás, la mentira a la muerte.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span> Para los cristianos, entonces, lo que atañe a la verdad no sólo no es secundario, sino que es importantísimo. Siempre la Iglesia fue de pocas cosquillas en estos asuntos, siempre estuvo atenta a oponerse pronto y enérgicamente a</span> las doctrinas que afectaban al dogma y a la moral. La Iglesia toleró bastante los pecados y las incoherencias de sus miembros -incluso los más encumbrados- pero fue siempre más intolerante con las herejías. La Iglesia, así, se mostró consciente de lo perniciosas que son las malas doctrinas, pues en el largo plazo generan gravísimas consecuencias, y bien pero bien tangibles. Esa fue justamente la misión que siempre han tenido los sabios: alertar contra lo que a primera vista parece inocuo. Como el centinela que, desde el mangrullo, donde los de abajo ven sólo una nube sabe reconocer un malón.</span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;">La confusión, herramienta del Enemigo</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> La mentira se hace digerible sólo haciéndose pasar por verdadera. Por eso la obra maestra del Demonio es la confusión. A Cristo, en el desierto, Satanás le cita las Sagradas Escrituras. Satanás confunde. La Biblia nos alerta, además, contra una confusión que puede ser perpetua: "En ti, Señor, espero; no quede yo confundido para siempre" (Salmo 30, 2). Es decir, que la confusión eterna es otro nombre del infierno. </span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span> El magisterio de la Iglesia debe ser, por tanto, una fuente de claridad, de luz y de verdad y nunca de confusión. Porque la confusión nunca es inocua. "Cuando ustedes digan sí, que sea sí, cuando digan no, que sea no; cualquier cosa que digan más allá viene del Demonio" (Mt 5, 37).</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><span><span><span> </span><span> </span>Sin embargo,</span></span> en muchos documentos recientes de la Santa Sede existe una innegable ambigüedad. Ambigüedad en que caben tanto la interpretación ortodoxa como hermenéuticas heréticas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> Un ejemplo de particular gravedad se da en el Documento de Abu Dhabi (2019). Allí se declara solemnemente que <span>"l</span><span style="background-color: white; text-align: left;">a libertad es un derecho de toda persona: todos disfrutan de la libertad de credo, de pensamiento, de expresión y de acción. <b>El pluralismo y la diversidad de religión, color, sexo, raza y lengua son expresión de una sabia voluntad divina, con la que Dios creó a los seres humanos</b>. Esta Sabiduría Divina es la fuente de la que proviene el derecho a la libertad de credo y a la libertad de ser diferente. Por esto se condena el hecho de que se obligue a la gente a adherir a una religión o cultura determinada, como también de que se imponga un estilo de civilización que los demás no aceptan." (Francisco, <a href="https://www.vatican.va/content/francesco/es/travels/2019/outside/documents/papa-francesco_20190204_documento-fratellanza-umana.html" target="_blank">Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común</a>). </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><span style="background-color: white; text-align: left;"><span> </span><span> </span>Aquí se afirma en voz alta algo absolutamente incompatible con la fe en Jesucristo, único Salvador del mundo: que Dios quiere que haya muchas religiones. Más tarde, el Papa, ante los cuestionamientos por estas palabras, autorizó a un grupúsculo de obispos de un ignoto país asiático a que explicaran que en el caso de las religiones, el Papa se estaba refiriendo a la "voluntad permisiva" y no "positiva" de Dios (ver aquí la <a href="https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=34383" target="_blank">entrevista a Mons. Schneider</a>), siendo así que las demás diversidades que se enumeran en el texto son del orden natural (sexo, raza, color...) y por tanto de voluntad "positiva". Es decir, que están expresamente confundidos los bienes -que Dios hizo y quiere, como la diferencia sexual- y los males -que Dios tolera pero no quiere, como las idolatrías o las sectas-. Con todo, nunca se corrigió el Documento ni se hizo una aclaración formal. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> Exigir la clarificación de las ambigüedades -nunca deseables- en los textos magisteriales, para evitar la confusión de los fieles, es lo que pretenden las "<i>dubia</i>" que se elevan al Dicasterio de la Doctrina de la Fe. El género literario de estas consultas y respuestas (<i>responsa</i>) siempre estuvo al servicio de la claridad de los fieles, y por eso sólo admitía la contundente respuesta de "sí" o "no", admitiendo ulteriormente alguna explicación. <br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> Sin embargo, el año pasado hemos asistido, con la asunción de Mons. Fernández como Prefecto del dicasterio de marras, a una innovación grande en esta tradición, con ocasión de las <i>responsa </i>a las<i> dubia </i>que algunos cardenales venían presentando desde la aparición de la exhortación <i>Amoris laetitia. </i>Ahora las respuestas, abandonando el tradicional laconismo, fueron párrafos no exentos de nuevas ambigüedades y que, de hecho, suscitaron nuevas consultas que requirieron más aclaraciones...<br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span> El resultado es que el estado de confusión persiste, y "trabaja".</span><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;">¿Prohibido prohibir?</span></b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> Especialmente elocuente en este sentido es la <span style="color: #2b00fe;"><u>C</u></span><a href="https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/Lettera-Francesco-al-Prefetto.html" target="_blank">arta que el Papa Francisco</a> le envió al actual Prefecto explicándole su cometido al frente del Dicasterio de la Doctrina de la Fe. Allí, el Sumo Pontífice le pide explícitamente al nombrado cardenal que no se dedique, como hizo antes esa Congregación, "incluso con métodos inmorales", a perseguir "posibles errores doctrinales", "como enemigos que señalan y condenan", sino unilateralmente en positivo a "promover el saber teológico". Aquí y allá, en esta breve pero importantísima misiva, el Papa, apoyándose en su propio aforismo de que "la realidad es superior a la idea" (<i>Evangelii Gaudium</i>, 233), expresa esa desconfianza de que antes hablamos hacia la "teología de escritorio", la "lógica fría y dura que busca controlarlo todo". </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> El Papa, así, limita la tarea de este importantísimo organismo pastoral de la Sede petrina a promover positivamente la teología sin condenar errores. Pero, comenzando por el mismo Cristo y recorriendo todo el Nuevo Testamento, por no referirnos a los profetas de Israel, los pastores de la Iglesia siempre, además de enseñar mansamente lo positivo, se dedicaron con mucho ahínco a combatir los errores y alertar contra los falsos pastores. ¿Hace falta que escriba páginas y páginas con las citas de todo tipo en este sentido, ciñiéndome solamente a la Sagrada Escritura? Cualquiera los puede encontrar. Particularmente ejercieron esta dimensión de vigilancia -eso quiere decir <i>epíscopo</i>- los Apóstoles Pedro y Pablo, Santiago y Juan. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span> </span><span> Pero </span>¿qué problema hay con advertir y prevenir los errores? ¿Qué mal hay en señalar a los lobos del rebaño o a los malos pastores? ¿No "grita con amor" (san Agustín), incluso con celosa violencia, cualquier madre a sus hijos cuando están en peligro cierto? ¿No alerta la sufrida madre pobre a su hijo adolescente contra los peligros de "la calle" y de la "mala junta"? ¿Por qué no ha de hacerlo con nosotros la santa Madre Iglesia? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span> </span>¿O es que no hay enemigos? ¿O es que vivimos en un mundo ideal donde no hay malos intencionados y somos "<i>fratelli tutti</i>"? ¿O es que las desviaciones en el plano teórico no nos incumben, son discusiones estériles que no tocan la realidad?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><span><span> </span><span> </span><span> En rigor, no es que el Papa piense que no hay más doctrinas riesgosas para la vida de los cristianos, más bien parece que existe</span></span><span> una única heterodoxia, que el Papa sí se encarga -y personalmente, en la misma Carta al prefecto- de condenar: "N</span><span style="background-color: white; text-align: left;"><span>ecesitamos que la Teología esté atenta a un criterio fundamental: considerar “inadecuada cualquier concepción teológica que en último término ponga en duda la omnipotencia de Dios y, en especial, su misericordia”.</span></span><span><span style="background-color: white; text-align: left;">" </span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span><span style="background-color: white; font-family: Book Antiqua; font-size: medium; text-align: left;"><span> </span><span> </span><span> </span><span> Sea como fuere, no hace falta estar tan alto en el mangrullo para avizorar las negras tormentas que las grises nubes de hoy anticipan: bastan uno o dos peldaños de altura para que muchos de nosotros, que también tenemos que velar por el común rebaño de Cristo, estemos suficientemente preocupados y muy incómodos con esta magna confusión, en la que muchos otros colegas nuestros parecen aquiescerse con placidez. </span><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span><span style="background-color: white; text-align: left;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"><b><i>Fiducia supplicans</i></b></span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span><span style="background-color: white; font-family: Book Antiqua; font-size: medium; text-align: left;"> Dicho esto, no es novedad que ahora el Card. Fernández salga con un documento barroso, que lejos de sacarnos del pantano nos hunde más en él. Sobre llovido, mojado. Muchos lo han analizado pormenorizadamente, y recomiendo, por su claridad, lo que de él ha escrito su antecesor, el<a href="https://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=48292" target="_blank"> Card. Müller</a>, y también lo que dice el padre dominico <a href="https://www.youtube.com/watch?v=TiOVQKaETe8" target="_blank">Fray Nelson Medina</a>, sobre todo por el respeto y amor hacia el Santo Padre que trasunta.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span><span style="background-color: white; font-family: Book Antiqua; font-size: medium; text-align: left;"> Rezamos por él a la Virgen, como está dicho en este <a href="http://diosyayacucho.blogspot.com/" target="_blank">blog</a> permanentemente, para que "confirme en la fe a sus hermanos" (Lc 22, 32), y por cada uno de nosotros, pedimos con fe (<i>fiducia supplicans</i>): <i>"Non confundar in aeternum!"</i></span></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: times;"><span style="background-color: white; text-align: left;"><i><br /></i></span></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: times;"><span style="background-color: white; text-align: left;"><i>Ayacucho, 8 de enero del año del Señor 2024</i></span></span></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-6591835294735189472023-06-27T19:29:00.024-03:002023-07-04T16:40:39.373-03:00La deriva de Cáritas <p style="text-align: right;"></p><div style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: "Book Antiqua"; text-align: justify;"><span> </span><b><i> </i></b></span></span><i style="text-align: center;">¡Pobre barquilla mía, entre peñascos rota,</i></div><i><div style="text-align: right;"><i>sin velas desvelada, y entre las olas sola!</i></div></i><p></p><i style="text-align: center;"><div style="text-align: right;"><i> (Lope de Vega)</i></div></i><div><div style="text-align: center;"><br /></div><p><span style="font-size: medium;"><b style="font-family: "Book Antiqua"; text-align: justify;"><i>El hecho</i></b></span><span style="font-family: "Book Antiqua"; font-size: 13.5pt; text-align: justify;"> </span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: "Book Antiqua"; font-size: 12pt; text-align: justify;"><span> </span>Hace algún tiempo, en
el marco de la formación que Cáritas de mi diócesis -San Isidro- ofrece a
quienes trabajan en sus numerosas obras educativas y sociales, se dictó un
taller que propuso, literalmente, “Des/armar la masculinidad para ensanchar la
equidad”. El profesional convocado a conducirlo fue un psicólogo, el Lic. <span>Luis María Urgoity (</span>algunas de cuyas ideas pueden escucharse en este <a href="https://www.youtube.com/watch?v=E-282urkMVQ&t=878s">videíto</a>)<span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 12pt; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span>.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><b><i><span style="font-size: 12pt;">¿Cómo llegamos a esto?</span></i></b><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Poco tiempo después,
en una reunión laboral, me entretuve mirando un lindo cuaderno, algo así como
una agenda o anotador, hecho por Cáritas para sus empleados y voluntarios. En
las últimas páginas del cuadernillo encontré un artículo acerca de la “educación
popular”, propuesto evidentemente como contenido orientador para todos los que
trabajamos para los más pobres en las obras de nuestra diócesis.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> Ese
texto, firmado por Nicolás Armando Herrera Farfán, es el mismo que fue
publicado por la Universidad de San Isidro (institución que pertenece también
al obispado) en el número 8 de su revista “Poliedro”, a la que me </span></span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 12pt; text-align: left;">remito para leerlo completo <a href="https://drive.google.com/file/d/13QtmjAw04TSrWOl6bRqt8pTE9bRv6Uep/view">aquí</a></span><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">[2]</span></span></span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 12pt; text-align: left;">.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> A
diferencia del -para algunos de nosotros- inquietante título del taller del Lic. Urgoity, las palabras de este
artículo son mucho menos chocantes. Son palabras bonitas. Incluso tienen algo
de demasiada dulzura. Y, sin embargo, entiendo que estas “reflexiones
colectivas”, aparentemente inocuas y amables, son las puertas abiertas por las
que pueden ingresar, campantes, los planteos explícitos de la ideología de
género. Y quién sabe cuántas cosas más.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> Es
preciso, por consiguiente, ir en primer lugar a las causas del problema, y
discutir estos principios filosóficos que Cáritas propone como orientación,
para no tener que seguir lamentando la aparición de talleres tan poco
formativos como el que tuvo lugar este año.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><b style="font-family: "Book Antiqua";"><i><span style="font-size: 12pt;">El artículo del Sr. Herrera Farfán</span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 54pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: -36pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><b><i><span style="font-size: 12pt;">I.</span></i></b><b><i><span style="font-size: 7pt;"> </span></i></b><b><i><span style="font-size: 12pt;">Las propuestas para
una ética de la docencia popular</span></i></b><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> El
autor, inspirado sobre todo en Paulo Freire -en cuyo honor está escrito el
artículo- propone diez “hipótesis” que son, afirma, “reflexiones-provocaciones”
sobre la educación popular.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> Me
detendré, antes que nada -y para valorar lo positivo- en distintas afirmaciones
prácticas que, puestas aquí y allá a lo largo del artículo, van delineando con
bastante nitidez una ética concreta para el educador popular.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 35.45pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> </span><span style="font-size: medium;"><span> </span><span> </span> “Cada
encuentro entre dos seres es un acontecimiento único, una epifanía, una
revelación. Hay que asumir el desafío y la fiesta de la vida que se produce en
los encuentros entre dos seres” (p. 11).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 35.45pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> “Si
se desconoce la vida de los educandos, se puede incurrir en una especie de
“invasión cultural” -sin importar las intenciones iniciales-, pudiendo conducir
a la inautenticidad, el extractivismo cognitivo y la injusticia epistemológica:
pensar que el otro no piensa” (p. 12).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 35.45pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> “En
la evaluación son fundamentales la comprensión humana, la dialogicidad y la
humildad” (p. 13).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 35.45pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;"> “Como
nadie sabe todo y nadie ignora todo, el educando también educa y el educador
también aprende” (p. 13).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 35.45pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.35pt;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: medium;">”Condiciones
planteadas por Freire: <i>“Amar profundamente a las personas y al mundo”,
“Una cuota profunda de humildad”, “Tener una fe intensa en las personas” </i>[…]” (p. 14).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 35.45pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.35pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: medium;">“El propósito final
de la educación es humanista, pues se ocupa de reconocer, promover y/o
restituir la condición de humanidad de las otras personas” (p. 16).</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> En
este nivel de afirmaciones acerca del quehacer concreto se podrá estar más o
menos de acuerdo, se querrá acentuar o matizar algo, pero no hay mayores
problemas a la hora de asumirlos como norma.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> En
cambio, los inconvenientes se presentan en la pretendida fundamentación filosófica
de esta suerte de mandamientos pedagógico-populares.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 54pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: -36pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><b><i><span style="font-size: 12pt;">II.</span></i></b><b><i><span style="font-size: 7pt;"> </span></i></b><b><i><span style="font-size: 12pt;">La fundamentación
“filosófica”</span></i></b><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> Sólo
como botón de muestra, analizaremos su primera “hipótesis”, su primera
“reflexión-provocación”, que lleva como título “El Ser está siendo”.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Ésta es, en su
formulación, categórica:</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 35.4pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: medium;"><span>“Resulta imposible
asumir una ontología rígida”</span><span> </span></span><span><span style="font-size: medium;">(p. 11).</span><o:p style="font-size: 13.5pt;"></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Y en su contenido,
decididamente filosófica:</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 35.4pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: medium;"> </span><span><span style="font-size: medium;">“El Ser no es una
substancia, algo dado, acabado, cristalizado, rígido. El Ser es dinámico,
activo, cambiante y cambiable, perfectible, inacabado, inquietante y novedoso.
El Ser está siendo, asumiendo el devenir como condición de posibilidad. Pienso
en el sentido de aquella máxima de Heráclito de Éfeso de que “nadie se baña dos
veces en el mismo río”, pero voy más allá para situarme en la posición de un
discípulo avanzado que le advirtió a Heráclito que ni siquiera es posible
bañarse dos veces en la misma agua” (p. 11).</span><o:p style="font-size: 13.5pt;"></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 13.5pt;"> </span><span style="font-size: 12pt;">De todo esto parece
seguirse esta conclusión -con la que no podemos menos de estar en profundo
acuerdo-:</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 35.45pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 13.5pt;"> </span><span style="font-size: medium;"><span> “Por
ello, cada encuentro entre dos seres es un acontecimiento único, una epifanía,
una revelación. Hay que asumir el desafío y la fiesta de la vida que se produce
en los encuentros entre dos seres” (p. 11). </span><span> </span></span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> Esta
frase es en todo cierta menos en las primeras palabras: “Por ello”.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> Es
precisamente a causa de lo permanente, y no de lo cambiante, que cada encuentro
entre las mismas personas es único. La auténtica novedad no viene de la
mudanza, sino de la hondura. En todo caso, (y casi parafraseando al poeta
Bernárdez) así como el follaje y las flores de un árbol provienen de la
profundidad de las raíces, el dinamismo y la vitalidad de las personas brotan
de la inagotable profundidad de su esencia. No disfruta de la “fiesta de la
vida” el que necesita variar de lugar, de gusto, de acción, de amante, de moda,
de lo que sea, sino el que encontró en sí mismo y en el otro una fuente
permanente de fresca novedad. No experimenta una genuina “revelación” el que
hace zapping, sino quien puede ver una y otra vez la misma película sin
cansarse jamás. </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> Pero
vamos a la argumentación del autor.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> Su
primer error es no distinguir en ningún momento que la palabra “ser” no quiere
decir siempre lo mismo. Pasa por alto toda la “analogía” del ser. Y por otra
parte, lo más llamativo es que lo escribe con mayúsculas (como si se refiriera
al Ser absoluto) al mismo tiempo que lo des-absolutiza en todas las formas
posibles. Como si quisiera ser Parménides al mismo tiempo que Heráclito. “El
Ser es dinámico, cambiante, etc.” Literariamente está todo bellamente dicho.
Pero no tiene rigor filosófico alguno. Debería detenerse a explicar qué quiere
decir con cada adjetivo que predica del ser (“inacabado”, “perfectible”,
“inquietante”, etc.), ya que “filosóficos estamos”… Hay mil preguntas
necesarias que pasa por alto. ¿Cómo el Ser con mayúscula va a cambiar? ¿Qué hay
distinto del Ser con mayúscula, sino el no-Ser? ¿Qué quiere decir, para el Ser,
cambiar, sino dejar de ser? ¿No tendría entonces que llamarse más propiamente
“Devenir”, y no “Ser”? ¿No será que habrá seres con minúsculas, además del Ser?
¿Seres que no son el Ser sin más, sino que son esto o lo otro, y que éstos sí
pueden cambiar? Si todo cambia en todo sentido, ¿quién es el que cambia? Y si
todo cambia, tampoco permanece un sujeto del que poder predicar el cambio. Algo
debe permanecer para que exista un cambio. Si todo cambia, no hay nada que
cambie. ¿O habrá que admitir que esas realidades cambiantes en realidad no son
en sí mismas, sino que son apenas manifestaciones -en última instancia
inexistentes- de ese único Ser -ahora sí- con mayúsculas?</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> Por
supuesto que tiene razón Heráclito. Pero en algo sí, y en algo no. (¡Un
filósofo debe tomarse el trabajo de distinguir!) Las aguas del río son siempre
otras distintas. Pero hace siglos y siglos que el Paraná, así Heráclito mismo
lo quisiera remontar mil veces aguas arriba y navegarlo otras mil aguas abajo,
sigue siendo el Paraná.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"> Detrás
de estas frases del Sr. Herrera Farfán se deja ver, paradójicamente, la idea del ser preconcebido como
algo necesariamente unívoco, estático, pétreo, como una especie de cauterizador
ideológico que en manos de las élites opresoras estaría coagulando
permanentemente toda vitalidad, todo dinamismo y toda novedad, a fin de
mantener el sistema reinante. Ahora bien, ¿acaso toda concepción del ser es de
por sí contraria al “estar siendo”? Y sobre todo ¿es necesario recurrir al puro
devenir para evitar cualquier asomo de rigidez racionalista en el acceso a la
realidad del mundo y de los otros? </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">En algunos de los
muchos adjetivos que hilvana el Sr. Herrera se adivina un desplazamiento de la
ética al terreno de la realidad objetiva. Estaríamos de acuerdo en que somos
nosotros los "inacabados", los "imperfectos", los que
debemos por ello guardar una suerte de "humildad metódica" ¡pero no
es el "Ser" en sí mismo el que es inquieto e "inquietante"!
A la inversa, sostener la existencia de seres sustanciales -es decir, de
identidades estables, cuya profundidad remite al Ser creador y por eso mismo
son siempre sorprendentes- no nos convierte a quienes las conocemos en soberbios
y totalitarios.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">El puro devenir heraclitiano, que
bellamente profesa Herrera Farfán, es, finalmente, incompatible con la visión
del mundo como creación de Dios, que nos enseña la Biblia. Porque todo lo que
existe proviene de un “amor” que es “eterno” (cf. Salmo 136). Porque Dios es
Amor (1 Jn 4, 8). Y ese amor no es hoy sí y mañana no (cf. 2 Cor 1, 19), es
amor fiel, incondicional, estable y firme. El ser de Dios es la más dinámica de
las vidas: es el amor -decía Dante<a href="file:///F:/Datos%20del%20usuario/Desktop/Sobre%20C%C3%A1ritas%20a%20la%20deriva.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 12pt; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>- “que mueve el sol y las
estrellas”. Es el Ser que hace ser. Es el Inmóvil que mueve. Y por ende todas
las cosas participan, a su medida, de su “estabilidad”, de su “firmeza”, porque
participan de su ser, que es amor eterno. Las cosas tienen consistencia. Tienen
identidad. Tienen nombre. Y por eso merecen respeto.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Lo enseña
rotundamente el Concilio Vaticano II: “La Iglesia afirma que bajo todas las
realidades cambiantes hay muchas que no cambian, porque tienen su fundamento
último en Cristo, que es ayer, hoy y el Mismo para siempre”.<a href="file:///F:/Datos%20del%20usuario/Desktop/Sobre%20C%C3%A1ritas%20a%20la%20deriva.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 12pt; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a></span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-left: 54pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: -36pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><b><i><span style="font-size: 12pt;">III.</span></i></b><b><i><span style="font-size: 7pt;"> </span></i></b><b><i><span style="font-size: 12pt;">El “senti-pensar”
como método</span></i></b><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Al cabo de unas
líneas uno comprende que el autor no ha pretendido ser prolijo en sus términos
ni en su argumentación. Son -lo advirtió- “reflexiones-provocaciones”, y se me
antojan frases de contenido filosófico disparadas al aire como las municiones
de un escopetazo, sembradas al voleo con premeditado descuido lógico. Ponerse a
rebatir, como hemos intentado, cada una de las afirmaciones y a hacer ver su
inexistente trabazón interna llevaría mucho tiempo y parece improcedente, e
incluso irrespetuoso (¡líbrenos Dios!), sobre todo cuando esta coherencia
argumentativa no parece haber sido siquiera buscada. </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Sea como sea, no se
puede proponer una fundamentación pretendida -o mejor pretensiosamente-
ontológica de la educación con palabras, por momentos bonitas (“esperanzar”,
“sentipensar”), por otros abstrusas (“sujetidades”, “situacionalidad”) y
siempre inconsistentes. No se puede decir en el primer párrafo que el “Ser no
es algo dado” (p. 11) y luego hablar de una “investigación” (p. 12), de un
“ethos” popular (p. 12), reconociendo así una identidad, por variable que sea-… ¿Cómo compatibilizar
ese respeto del educador, esa humildad, esa consideración a la alteridad (sí,
señor: me seguiré resistiendo a decir “otredad”) del otro con un “conocer
que <i>es </i>praxis” (cf. p. 15)? ¿No era primero lo investigativo?
¿De qué realidad se puede hablar si todo es un “decurso”? ¿Cómo hablar de
“humanizar” (p. 16), si no podemos decir -seríamos tan esencialistas- qué es lo
humano, pues siempre cambia? ¿Y qué es esa “naturaleza” (p. 12) que debemos
respetar, y que es una “sujetidad” (p. 12)? ¿Se puede hablar sencillamente de
“realidad” (p. 15) desde un puro devenir?</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Acaso la respuesta a
esta perplejidad la encontremos en la novena “reflexión-provocación” (p. 16)
donde el autor confiesa que en realidad no piensa: él “senti-piensa”.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Por supuesto que detrás de este infausto neologismo de
“senti-pensar” se puede benignamente reconocer una búsqueda de corrección al
racionalismo frío, un esfuerzo de superación del espiritualismo desencarnado y
del objetivismo a-histórico, etc. Sea. Pero una cosa es querer destacar la
integralidad del ser humano en la acción de conocer, y otra, muy distinta, "producir" confusión.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Porque hay que decirlo
de una vez: no es lo mismo sentir que pensar. Son acciones distintas, y tienen
objetos distintos, por más que se den en un mismo sujeto. Y que sean distintas
no quiere decir que se den separada o desintegradamente. Es el mismo animal el
que huele y ve, pero no “olfa-mira”. Con un sentido, percibe los colores y las
formas, y con otro sentido distinto, los olores… Y es el mismo animal, sin
desintegrarse ni empobrecerse. Con mucha más razón, nosotros, animales racionales, con los
sentimientos, sentimos; con las emociones, nos emocionamos; y con la razón,
entendemos.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Distinto hubiera sido
referirse al influjo recíproco entre el conocimiento y el afecto espiritual (el
amor), que no se excluyen, porque están en el mismo orden. Y que
santo Tomás llamaba “conocimiento por connaturalidad”.</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Distinto hubiera sido
traer a cuento las distinciones tan certeras y fecundas como las que los
medievales hicieron entre “razón” (la facultad de razonar, de elucubrar, de
argumentar, de “pensar”) y “entendimiento” o “intelecto” (el que entiende, el que intuye, el
que ve cómo son las cosas, el que hace el juicio). Quizá habría sido suficiente
con estudiar de qué se trata esta dimensión “no racionalista” del entendimiento
humano para quedar a salvo de esa “invasión cultural” y de ese “extractivismo
cognitivo” que -no lo dudo- maestros de mentalidad colonizadora aplican
irrespetuosamente a sus alumnos.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Distinto hubiera sido conocer un mínimo del tesoro milenario del pensamiento cristiano...</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">En cambio, qué poco
ayuda proponer la confusión deliberada de entreverar emociones y pensamientos
(“Sentir-pensar-actuar”, propone Herrera Farfán en la pág. 16, reformulando aquella célebre tríada).</span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">A fin de
cuentas, si el conocer es una praxis, y el conocer es senti-pensar, y entonces
el autor sobre todo ha querido <i>producir</i> en sus oyentes “senti-pensamientos”, pues bien, parece que lo logra. Y el lector no iniciado
al pensamiento filosófico, conmovido en sus sentimientos por los párrafos
retóricos y palabras bonitas de ética aparentemente cristiana, al final
asentirá -aunque sea oscuramente- a los presupuestos de una filosofía ajena a
la realidad e incompatible con la fe. Y que -digámoslo las veces que haga falta- no es inocua, porque desactiva
todas las defensas con las que poder reconocer los errores de la ideología con
los que las élites intelectuales de hoy nos colonizan, con la (¿inadvertida?) complicidad de muchos de los "propios". Una filosofía del devenir absoluto, madre e hija de esta in-sociedad de lo líquido en que estamos, no hace más que seguir habilitando la licuación y la liquidación de todas las identidades, con las terribles consecuencias psicológicas y sociales que eso conlleva.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">El resultado de lo
confuso no puede ser sino más confusión. El senti-pensamiento metódico, </span></span><span style="font-family: "Book Antiqua"; font-size: 16px; text-indent: 47.2px;">así sea en aras de un objetivo deseable, bello y agradable</span><span style="font-family: Book Antiqua; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-size: 12pt;"> termina siendo un
aval a lo contradictorio y a lo inconsecuente. El público senti-pensante es y será tan dócil a las propuestas (las sensatas y las no tanto) </span></span><span style="font-family: "Book Antiqua"; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">del Sr. Herrera Farfán como a
las de quien lo invite a desarmar la masculinidad, o a lo que sea. En una
palabra: será manipulable. </span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Porque hete aquí que
vivimos en una era de “pensamiento débil” y de permanente interpelación a
nuestra dimensión afectiva y animal. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que la inflación de lo emotivo es un requisito de la sociedad capitalista, que nos necesita consumidores
insaciables, genuflexos ante la manipulación publicitaria. Incluso los debates de
temas tan medulares como la legalización del aborto se libraron, justamente, en
el terreno del sentimiento, apelando casi únicamente a las emociones, y nunca a la razón, ni siquiera en su expresión científica. Menudo favor le
haremos a nuestra gente si, embarullándola con argumentos mitad emotivos, mitad retóricos, no le enseñamos a desarticular, con su inteligencia, las artimañas de quienes quieren permanentemente manipularlos desde
cualquier tipo de propaganda. ¡Esto no hará más que hacerlos cada vez más vulnerables frente a las “colonizaciones”
ideológicas! </span><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><b><i><span style="font-size: 12pt;">Conclusión</span></i></b><span style="font-size: 13.5pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Como
remate de su artículo, y muestra elocuentísima de las riberas en las que esta filosofía del devenir desemboca, el autor nos termina proponiendo:
“Amar es enfrentar los sistemas político económicos de muerte, enajenación y
deshumanización. Se trata del “amor eficaz” de Camilo Torres” (p. 17). Sí, señor: la reflexión colectiva de Cáritas se cierra con la referencia a ese sacerdote colombiano que dejó la parroquia para hacerse guerrillero, hasta literalmente morir matando, con el fusil en la mano. </span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Pues, ¿qué decir? Son
“senti-pensamientos”… bastante peligrosos.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: left; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="background-color: white; color: #15222b; font-family: Garamond, serif; text-align: center; text-indent: 47.2px;"> §§§§</span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Book Antiqua;"><span style="font-size: 12pt;">Al verla dolorosamente huérfana, buscando fundar su
pensamiento y su acción no en nuestra propia tradición -¡que la tenemos, válgame Dios!- sino en la filosofía hegeliana, como soltando adrede sus
amarras en el río del puro devenir, es lógico que nos alarmemos de las derivas
que Cáritas de la diócesis de San Isidro va teniendo. Lo peor del caso es que,
puesto que en el turbulento río de Heráclito y en las turbias aguas del Sr. Herrera
Farfán nada permanece, esta deriva de Cáritas me hace temer que, a fin de cuentas, sea Cáritas misma la que está a la deriva.</span></span></p>
<div><!--[if !supportFootnotes]--><div id="ftn1"><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi6RDFnV4o-NBjp0Wm6vpU6dZPknHHht1197GkGGd_MC0MttohP8R8pWAYDW7F0dU45qsIM3k2DhCXyeKzWfAn8-V18PiotRxVQOHaBwkdzDPDdbYS7dwoJFCXBkajOMPFiFfOFKuFVnYWmEii8BIjRpTRzCdyKE-_LIArj3Xy_YdGWkTv0GqVB" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img data-original-height="194" data-original-width="259" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi6RDFnV4o-NBjp0Wm6vpU6dZPknHHht1197GkGGd_MC0MttohP8R8pWAYDW7F0dU45qsIM3k2DhCXyeKzWfAn8-V18PiotRxVQOHaBwkdzDPDdbYS7dwoJFCXBkajOMPFiFfOFKuFVnYWmEii8BIjRpTRzCdyKE-_LIArj3Xy_YdGWkTv0GqVB=w400-h300" title="¡Pobre barquilla mía, entre peñascos rota, sin velas desvelada, y entre las olas sola!" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>¡Pobre barquilla mía, entre peñascos rota,<br />sin velas desvelada, y entre las olas sola!<br /> </i></td></tr></tbody></table><u><div id="ftn1"><u><br /></u></div>Notas</u>:<br /><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="color: black;"><a href="file:///F:/Datos%20del%20usuario/Desktop/Sobre%20C%C3%A1ritas%20a%20la%20deriva.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference" style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[</span></span></span></a><span><span style="font-size: 13.3333px;">1</span>]</span> </span>Esta iniciativa ya había tenido un antecedente organizado por la misma Cáritas y la Universidad de San Isidro, con una capacitación sobre “Nuevas paternidades
y nuevas masculinidades” dictada por la <a href="https://promundo.org.br/">ONG Pro Mundo</a>. <span style="color: black;">https://caritassanisidro.org.ar/nuevas-paternidades-y-nuevas-masculinidades/</span>.
La perspectiva de género aparece muy atractivamente presentada en una publicación de Cáritas nacional
llamada “La otra pandemia”. https://caritas.org.ar/Documentos/LaOtraPandemia_2021.pdf<o:p></o:p></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="file:///F:/Datos%20del%20usuario/Desktop/Sobre%20C%C3%A1ritas%20a%20la%20deriva.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="font-family: times; text-align: left;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; line-height: 14.2667px;">[</span></span></span></a><span style="font-family: times;">2]</span><span style="font-family: times; text-align: left;"> HERRERA FARFÁN, Nicolás Armando. “Reflexiones sobre educación popular. A propósito del centenario de Paulo Freire”, en Poliedro 8 (2021), 10-19</span><span style="font-family: times;">. </span><span style="font-family: times;">Se puede ver aquí: </span><span style="text-align: left;"><span style="font-family: times;">https://usi.edu.ar/publicacion-archivos/numero-8-completo/ .</span></span><span style="font-family: times;"> A</span><span style="font-family: times;">llí el autor reconoce que el contenido de su artículo fue fruto del trabajo conjunto con el equipo de educación de Cáritas San Isidro en un taller efectuado el 17 de octubre de 2021. </span></p>
</div>
<div id="ftn2">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span></span><!--[endif]--></span> </span><i>Divina
Comedia</i>, Paradiso, XXXIII, v. 145.<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn3">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span> </span>Conc.
Ecum. Vaticano II, Constitución <i>Gaudium et spes</i>, 10.<o:p></o:p></p>
</div>
</div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><div style="mso-element: footnote-list;"><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
</div>
</div></div>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-28115575572947021312023-04-06T15:37:00.009-03:002023-04-11T13:36:11.403-03:00Poncio Pilato y los riesgos de la sinodalidad<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhraixx5ZeiBW3wtSMdC-l1KYZAP2Z3RfPTC4fjxE7pigUTUNJhmUl9UoPplaTYRFp_EXN9Csq9W8Pwiqi4G5sJY3tRpihCho5kmNI8KQrhBL0CW2DwTrOw3YMvys9puwgxT9x3SIZgvcTruj5p-s4jL8jy8dQZoivu3ZQC2kPUP_2wmQA0Mw/s1280/ecce-homo-cuadro-pintado-por-el-artista-italiano-antonio-ciseri-entre-los-anos-1860-y-1880-masi-lugano_3d31f8d8_230327074520_1280x983.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="983" data-original-width="1280" height="493" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhraixx5ZeiBW3wtSMdC-l1KYZAP2Z3RfPTC4fjxE7pigUTUNJhmUl9UoPplaTYRFp_EXN9Csq9W8Pwiqi4G5sJY3tRpihCho5kmNI8KQrhBL0CW2DwTrOw3YMvys9puwgxT9x3SIZgvcTruj5p-s4jL8jy8dQZoivu3ZQC2kPUP_2wmQA0Mw/w640-h493/ecce-homo-cuadro-pintado-por-el-artista-italiano-antonio-ciseri-entre-los-anos-1860-y-1880-masi-lugano_3d31f8d8_230327074520_1280x983.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-small;">"Ecce homo" de Antonio Ciseri<br /><br /></span></i></td></tr></tbody></table><p style="text-align: center;"><b> </b><span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 16px; text-align: justify;"><b>Pilatos entre Cristo y la muchedumbre</b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Escuchar
el relato de la Pasión, el Domingo en que se inaugura la Semana Santa, siempre
nos conmueve y deja pensativos. En el evangelio según san Mateo, que este año
hemos leído, me llamaron la atención algunos detalles que me parecieron
reflejar, como en un límpido espejo, nuestra realidad actual. Particularmente
me detendré en la figura de Poncio Pilato, en la escena en que interroga a
Cristo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El
juez Pilato está, por decir, entre Jesús - el acusado- por un lado, y los sumos
sacerdotes y el sanedrín -los acusadores-, por otro. El interrogatorio va al
meollo de la cuestión: “¿Eres tú el rey de los judíos?” (Mt 27, 11), a lo que el Señor
responde sencilla, casi amablemente: “Tú lo has dicho” (<i>ibid.</i>). Inmediatamente, el
gobernador romano da lugar a que el Señor oiga las acusaciones de las
autoridades judías, que vociferaban desde afuera. Pero Jesús no abre la boca:
no responde nada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Actitudes
tan diferentes muestran, a las claras, lo diferente de unas y otras acusaciones
y de unos y otros acusadores. Ante una verdad (“Tú eres el Rey de los judíos”),
Cristo responde con llaneza. En cambio, ante la falsedad de las otras
acusaciones y la mala voluntad de los acusadores, Jesús calla. Pareciera estar enseñándonos
que no hay que entrar en la tramposa lógica de los mentirosos, que no hay que
hablar siquiera con el tentador. En efecto, frente a la mentira basta y sobra
su sola y desnuda presencia: porque Él mismo es la verdad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pilato,
nos dice san Mateo apenas unas líneas después, quedó “muy admirado” (Mt 27, 14) de la
actitud de Cristo, y convencido de la mala voluntad de quienes lo acusaban,
“que lo habían entregado por envidia” (Mt 27, 18). Pero sin embargo no lo declaró inocente.
No hizo justicia. No cumplió con su deber.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Lo
que sigue después ya supone esta injusticia primera: Jesús queda como culpable,
y tan preso como el otro “preso famoso” (Mt 27, 16), Barrabás. Ahora Pilato, que tenía la
costumbre, para cada pascua, de liberar al preso que el pueblo eligiera, encara
a la muchedumbre y le da a elegir entre Jesús y Barrabás. Y así comete una
segunda injusticia, igualando al inocente con el culpable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Aquí
hay que detenerse en el nombre que san Mateo nos da del otro preso: él también
se llama Jesús, Jesús Barrabás. Entonces, la pregunta del gobernador establece
una forzosa comparación: “¿A quién quieren que les ponga en libertad: a Jesús
Barrabás o a Jesús llamado el Mesías?” (Mt 27, 17). Ahora bien, Barrabás quiere decir “Hijo
del Padre” (Bar-Abbás). Mesías, o en griego Cristo, quiere decir el “ungido”, y
era, de hecho, como decir: “el rey”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">La
confusión que estableció el que debía impartir justicia, equiparando al
inocente con el culpable, se refleja en la confusión de sendos apodos. El
violento sedicioso, sin dudas un celoso nacionalista judío, ansioso por
derrocar a los romanos y restaurar el reino terrenal de Israel, tiene el título
“<i>bar abbás</i>”, “Hijo del Padre”, el mismo, precisamente, que Dios pronuncia
al ungir al Jesús de Nazaret: “Este es mi Hijo” (Mt 3, 17) y que por eso es más propio de
Él. En cambio, nuestro Señor, rey pacífico y humilde, es presentado por Pilato
como “Mesías”, título que, a secas, alentaba las esperanzas de un rey político,
y que Cristo, por eso, al principio de su misión, mandaba silenciar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Lo demás
es sabido: la multitud, instigada por los sumos sacerdotes, elige la libertad
de Barrabás y al mismo tiempo pide la crucifixión de Cristo. Y ante las
insistencias de Pilato, que muestran, acaso, los últimos reclamos de su
conciencia (reavivada por las palabras de su esposa) para evitar derramar esa
sangre inocente, el pueblo grita cada vez más fuerte, tanto, que Pilato
comprende que, de no complacer al pueblo, se producirá una tremenda revuelta.
El gobernador se lava las manos, buscando ostentosamente conservar aquello que
en ese mismo acto pierde: su inocencia. Y, refugiándose en la voluntad popular
- “es asunto de ustedes” (Mt 27, 24)-, se lo entrega para que lo crucifiquen.</span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">§§§§</span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><br /></span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt; text-align: left; text-indent: 35.4pt;"><b>El pecado de "los buenos" o los riesgos de la sinodalidad </b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Cuando
uno lee los evangelios de la Pasión, da la impresión de que se nos presenta a
Poncio Pilato bajo una luz amable, y lo vemos, casi, con benignidad: pareciera
que quiso liberar al Señor, y que alguito intentó para conseguirlo. Da la
sensación de que el pecado de Pilato, como el de los miembros del pueblo presentes
en esa muchedumbre, comparado con el de quienes fría y premeditadamente buscaron
asesinar a Jesús, es ciertamente leve. Y,
sin embargo, no deja de ser gravísimo. En las cadenas que apresaron al Señor para
conducirlo a la muerte, hay eslabones más grandes y más chicos, pero todos
fueron necesarios para cometer la injusticia de las injusticias y matar al “autor
de la Vida” (Hech 3, 15). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Pero
justamente por ello me quedé pensando en los que llamaré “los pecados de los
buenos”, porque reflejan, sin duda, muchos de nuestros propios pecados, los de
quienes somos cristianos y decimos seguir a Jesús.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Poncio
Pilato es, para los evangelios, el gobernante, legítimo de hecho (cuya
autoridad “viene de lo alto” -Jn 19, 11-), el responsable último de establecer la justicia,
tan encomiada por el derecho romano. Su pecado primero y fundamental es haber
decidido no decidirse, haber juzgado mejor no juzgar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Este es
el pecado de omisión de toda persona revestida con autoridad (incluida la
jerarquía eclesiástica, entre cuyos miembros - ¡ay de mí! - me cuento…) cuando
se corre de ese lugar en que Dios la ha establecido, y so capa de humildad, se
baja del estrado para confundirse con el pueblo, y demagógicamente, promete dar
fuerza de ley sólo a lo que la mayoría quiera. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Para
toda autoridad existe, por cierto, un “balcón” que es legítimo. Hay una escucha
del pueblo que es vital y necesaria para todo buen gobernante, como para
cualquier padre o maestro es indispensable la mirada y escucha atentas a sus
hijos o alumnos. Y todo lo que en ello se insista es poco. Sin embargo, el
deber primero de la autoridad, por el bien de las personas a quienes sirve, es
para con la verdad y la justicia, así resulten impopulares, como cuando los padres
tienen que hacer correcciones que duelen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Pilato
debía hacer justicia y evitar la injusticia, y tenía personalmente el poder
para hacerlo, pero eligió delegar ese poder en el pueblo. Por eso mismo, antes
de que el “pueblo” -que casi nunca en la práctica es el pueblo, sino una masa influenciable,
útil a una élite de interesados- elija mal, <i>y aunque hubiera elegido bien</i>,
ya el más grave pecado de Pilato estaba consumado: había renegado de su misión
y de su responsabilidad, abriendo así la posibilidad de que se cometiera,
democráticamente, una terrible injusticia, y deponiendo la única arma que se
disponía para evitarla: su autoridad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">La
actualidad de esta tentación para cualquier persona que esté encargada de otras
(desde el Papa hasta los padres primerizos, pasando por los gobernadores, los curas
de barrio o los maestros de grado) es patente. Y más si consideramos que San
Juan pone en boca de Pilato el fundamento último de su actitud, hoy más vigente
que nunca: “¿Qué es la verdad?” (Jn 18, 38). ¡Con qué facilidad, como padres y educadores,
diciéndonos que hoy “cambiaron los tiempos”, nos quitamos a nosotros mismos la
carga de educar en los valores de siempre! <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡Qué fácilmente, en la Iglesia, miramos
positivamente, como si se tratara de humildad intelectual, de respeto y de
tolerancia, la actitud de disimular, esconder o desconocer la verdad de
Jesucristo, “el mismo hoy, ayer y para siempre” (Heb 13, 8) y la identidad de su única
Iglesia “fundamento y columna de la verdad” (1 Tim 3, 15)! ¡Qué cerca estamos de entender la tan
mentada “sinodalidad” como un abdicar de nuestros insoslayables deberes (contraídos
solemnemente ante Dios) de ser heraldos del Evangelio y pastores que alimentan
a su pueblo con la verdad, entregando la propia vida! ¡Qué peligrosamente real
es la tentación de eliminar, como si fuera nocivo, todo lo que expresa nuestra diferencia
esencial con los laicos (no sólo las mitras, sino hasta el mismo hábito
eclesiástico), para refugiarnos en el anonimato del pueblo, escabulléndonos de
nuestro deber de ser ejemplos de santidad, de sabiduría, de caridad, de
oración… y dejando al pueblo huérfano y a la deriva, literalmente “como ovejas
sin pastor” (Mt 9, 36)!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Pilato
no era tan malo: sólo era pragmático. Él buscaba la paz. Como tantos y tantas.
Pero la quería ahora (en la historia). Y la quería acá (en este mundo). Y
prefirió la paz temporal de no tener que pelearse otra vez con los judíos a la
justicia y la verdad, que son eternas… pero menos prácticas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Cuidémonos
nosotros, en la Iglesia, de proponer una paz y una fraternidad, si son en
desmedro de la verdad y de la justicia. Porque sólo Cristo es nuestra paz: y su
paz viene de la cruz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">La
multitud no era tan mala: sólo era impaciente. Pedía la libertad. Como tantos y
tantas. Pero querían la libertad aquí (en este mundo) y ahora (en la historia).
Y por eso prefirieron a un liberador “famoso”, a un “ídolo”, a un líder
violento que, de hecho, se había jugado la vida luchando contra la opresión
romana, en lugar de aquel maestro amoroso y pacífico, que hablaba de poner la
otra mejilla y de perdonar siempre, que pagaba los impuestos al César y no
reclutaba soldados, y prometía que la verdad los haría libres… Sí, 'tá bien, pero
¿cuándo? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Garamond",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Cuidémonos
nosotros, en la Iglesia, de confiar optimistamente en las elecciones de las
mayorías: que la ingenuidad no nos impida ver a las élites que manipulan a la
gente conforme a sus intereses, y que el entusiasmo epocal por lo democrático
no nos lleve a dar fuerza de ley a todo lo que el “pueblo” elija, renunciando a
nuestro deber magisterial y de gobierno.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">Ellos -y
ellas- quizá creerán que están eligiendo a Jesús. Y sólo por no conocerlo bien,
y sólo por soñar en construir la igualdad, la fraternidad y la libertad en este mundo,
habremos elegido a Jesús… </span><i style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">Bar Abbás</i><span style="font-family: Garamond, serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">. Y a Nuestro Señor, otra vez, lo
habremos mandado a crucificar.</span></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-20974659988270019562023-01-31T21:24:00.004-03:002024-01-11T16:44:04.514-03:00"Felices los de corazón puro, porque verán a Dios"<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> La bienaventuranza a los "limpios de corazón" no ocupa, por cierto, el primer lugar en el elenco. Sin embargo, está aparejada a una promesa que es más que esencial, en la medida en que constituye el sentido de la vida misma: "porque verán a Dios". Y la vida verdadera, la vida eterna no es sino poder ver a Dios. "Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único Dios verdadero..." (Jn 17, 3).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> A los oídos contemporáneos, quizá la perspectiva de esta visión no diga mucho (de esto nos hemos ocupado en este otro <a href="Sólo los limpios pueden ver al Limpio. Sólo los de corazón puro con capaces de conocer al Puro." target="_blank">articulillo</a>) pero, lo sepa o no, todo hombre está permanentemente buscando el rostro de Dios, y sólo viéndolo encontrará sosiego y dicha.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"><span> Así es: solamente</span> los limpios pueden ver al Limpio. Sólo los de corazón puro son capaces de conocer al Puro. No en vano tenemos la esperanza de una instancia previa al Cielo, invento de la misericordia de Dios, en que Dios mismo nos purificará del todo y nos hará así capaces de contemplarlo cara a cara. Se llama, elocuentemente, Purgatorio.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> Sin embargo, la promesa de esta bienaventuranza no habla de un futuro que excluya el presente, sino que, al igual que el mismo "reino de los Cielos" que Cristo hace presente, "está cerca", y "ya está aquí", aunque como semilla pequeña. Por lo tanto, la "pureza de corazón" nos interesa no únicamente para ir al Cielo, sino también para vivir bien esta vida, pudiendo reconocer en medio de "este valle de lágrimas", la presencia fiel y misericordiosa de Dios.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> Ahora bien, ¿a qué se llama "pureza" de corazón? La "pureza" es la característica de lo que no tiene mezclas extrañas, de lo que no está adulterado por nada, de los que está en estado prístino, como recién salido de las manos del creador.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> ¿Qué es, pues, lo que "mancha", lo que adultera, lo que vuelve impuro el corazón humano? En sentido general, podemos afirmar que cualquier pecado nos "ensucia". Sin embargo, tanto la experiencia humana (y el lenguaje habitual), como la tradición bíblica y eclesial atribuyen una peculiar nocividad en este sentido a los pecados que tienen que ver con el desorden en la dimensión sexual. No casualmente la Iglesia desde hace mucho ha formulado el objeto de los mandamientos sexto y noveno como "actos" y "pensamientos <i>impuros</i>". </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> Por cierto, a partir de la "revolución sexual" de los años sesenta, se ha trabajado sin pausa para derribar cualquier "tabú" sexual. Tan es así, que lo que hoy se ha vuelto un "tabú", algo prohibido, es referirse a las conductas que involucran lo sexual en términos de licitud e ilicitud, de mérito o culpa, de gracia o pecado. Del sexo se puede hablar libremente; del pecado sexual...¡ni mencionarlo! En efecto, pareciera que, si en otra época de la iglesia hubo una cierta obsesión por el sexto mandamiento, hoy se da la obsesión contraria: hacer como si no existiera.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> Pero la lujuria, pecado capital -o sea, origen de muchos otros-, por más que se la quiera ocultar, sigue estando entre las causas de muchísimos problemas sociales, bien visibles y bien actuales: familias rotas, infidelidades, abusos sexuales, explotación de niños y mujeres, acosos y femicidios, y un largo etcétera.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> Además, diga lo que diga la "cultura" dominante, en toda persona hay un anhelo profundísimo, una nostalgia -me animo a decir constitutiva- de pureza. La pérdida de la inocencia, que todos experimentamos al crecer, deja en el fondo del corazón una huella dolorosa, como la memoria de un paraíso perdido. En muchas personas, esta especie de herida congénita ha quedado como sepultada en confines inconscientes del alma. A Dios gracias, la universal (¡todavía!) experiencia del contacto con los niños pequeños, provoca una alegría, una satisfacción misteriosa y profunda que nos remite esa hondura anímica donde parece todavía jugar y reír un niño interior.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> Sin embargo, no hablaré esta vez de los "actos", ni siquiera de los "pensamientos impuros". En cambio -y ya que la bienaventuranza de la pureza de corazón remite luego al "ver" a Dios-, me referiré a la pureza en el "ver" y en el "mirar". Por lo demás, seguramente antes de un pensar o actuar impuro, hay un ver que dejó lugar a la impureza. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> <em style="background-color: white; color: #15222b;">"La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado; pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo quedará en tinieblas"</em><span style="background-color: white; color: #15222b;"> (Mt 6, 22-23), dice el Señor en el mismo Sermón de la Montaña. De alguna manera, somos lo que miramos. Pero para profundizar en esto remito a otra <a href="https://diosyayacucho.blogspot.com/2010/11/dime-que-miras-y-te-dire-quien-eres.html" target="_blank">reflexión</a>.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span><span style="background-color: white; color: #15222b; font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> Hoy vivimos en una cultura escrupulosamente preocupada por la pureza de lo que ingerimos: proliferan las tiendas que venden productos "orgánicos", puros, vírgenes y naturales. Purificamos hasta el agua potable. La sociedad es cada vez más consciente de que hay ingestas que, aunque no produzcan una inmediata descompostura, pueden ir envenenándonos de a poco.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span><span style="background-color: white; color: #15222b; font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> Sin embargo, no tenemos ni remotamente el mismo cuidado en discernir lo que dejamos entrar (no ya al cuerpo, sino al espíritu) por los oídos y por los ojos. Sobre todo en este tiempo, en que estamos expuestos -voluntariamente- casi sin pausa a las imágenes desde nuestros teléfonos celulares. Y es sabido que, a diferencia de los alimentos, que causan una indigestión pasajera, las imágenes tienen en nuestra psiquis una duración casi imperecedera (para bien o para mal).</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"><span><span style="background-color: white; color: #15222b;"> Urge, en nuestro mundo de hoy, que tomemos conciencia de esto. </span></span><span style="background-color: white; color: #15222b;">La facilidad al acceso a la pornografía no tiene precedentes en la historia. Con ello, imperceptiblemente, el límite de lo que es lícito o normal mirar se ha corrido, de hecho, muchos más lejos... La inmensísima mayoría de la gente no ve ni remotamente que pueda ser un problema el hecho de que sus hijos tengan una televisión con internet libre en sus habitaciones o que no tengan restricciones en el uso de celulares o<i> tablets</i>. Hay que decirlo: l</span><span style="background-color: white; color: #15222b;">o que dejamos entrar por los ojos nos afecta, nunca es indiferente. Las imágenes impuras conllevan una dinámica psicológica que provoca primero miradas, luego pensamientos, por fin acciones impuras. Eso daña nuestros vínculos, nuestra capacidad de respetar al otro, nuestra misma facultad de amar, y por ende, de ser felices.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #15222b; font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> Dirijamos nuestros ojos a la Virgen, a quien hace siglos miramos preferentemente en sus advocaciones de la Purísima (Luján, Itatí, del Valle...): es decir, la Inocente, la Sin Mancha, la Celestial... Que el dejarnos mirar por su mirada limpia nos desate esa profunda nostalgia de inocencia que nos constituye y nos anime a querer vivir el camino que nos propone el Maestro: "Felices los puros de corazón, porque verán a Dios" (Mt 5, 8). </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua; font-size: large;"> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjbPtaMMcIfThAtsEqCVSWAh5lJ22lDyT1Hiyrh-CfLBQfZHxZv3nIUomb3KK6fbU0ocKNtKlEfOGGBoiizZKg9Qr-IsHvSpSX6cUh_VdaatSmpBjsx7iVw-HUK6ml3qCamufMP6XYHdboRevVxwi1SCuTwCBd4TBBZsh9PuK7Fr5VUs-N7Yg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="682" data-original-width="1024" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjbPtaMMcIfThAtsEqCVSWAh5lJ22lDyT1Hiyrh-CfLBQfZHxZv3nIUomb3KK6fbU0ocKNtKlEfOGGBoiizZKg9Qr-IsHvSpSX6cUh_VdaatSmpBjsx7iVw-HUK6ml3qCamufMP6XYHdboRevVxwi1SCuTwCBd4TBBZsh9PuK7Fr5VUs-N7Yg" width="320" /></a></div><br /><p></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-69634578855149352392022-12-31T13:08:00.004-03:002022-12-31T13:08:39.040-03:00Gracias, Papa Benedicto XVI, servidor de la Verdad<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc4ipEHuUYAtfHC-QwIHXeLiV1SIC-TXuq0hU-0xihDtniAjiiXUm3YNPRFy2V7TVY9JzD9CH0iX370ljWnjNGegA6C3ZLgQfbAx4K0hFXKdRDDnST9HUNrJBCoaQD4uWVDgiG8vC57gysE0WSKhRPw8hS5EDMMS9lgWw4u9IselcUlNBOcA/s776/Benito.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="776" data-original-width="579" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc4ipEHuUYAtfHC-QwIHXeLiV1SIC-TXuq0hU-0xihDtniAjiiXUm3YNPRFy2V7TVY9JzD9CH0iX370ljWnjNGegA6C3ZLgQfbAx4K0hFXKdRDDnST9HUNrJBCoaQD4uWVDgiG8vC57gysE0WSKhRPw8hS5EDMMS9lgWw4u9IselcUlNBOcA/s320/Benito.jpg" width="239" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i>Joseph Ratzinger, q. e. p. d.</i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i>(27-IV-1927 -- 31-12-2022)</i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span> Hoy ha muerto el Papa Benedicto XVI.</span><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span> Le pedimos a Dios que descanse en su paz y que reciba el premio eterno que por gracia merecen sus servidores buenos y fieles.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span> Sólo Dios sabe cuánto le debemos. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Fue el profeta que la Providencia divina regaló a su Iglesia en estos momentos de tremenda confusión.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Fue hasta el final el "humilde trabajador en la viña del Señor" como se definió el día de su elección como Obispo de Roma.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Su lema episcopal resume perfectamente su misión: "<i>cooperatores veritatis</i>", colaboradores de la Verdad. En tiempos de oscuridad intelectual y de relativismo moral, Joseph Ratzinger, sin levantar el dulce tono de su voz, supo anunciar y denunciar las doctrinas y prácticas que queriéndolo o no, lesionaban, en el creer, en el celebrar y en el vivir, la pureza de nuestra fe cristiana.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Gracias por sus tempranísimas advertencias sobre el falso "espíritu del Concilio" y por enseñarnos la "hermenéutica de la continuidad". </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Gracias por su humildad para disimular su talla de gigante intelectual y ponerla al servicio de la Iglesia.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Gracias por el Catecismo de la Iglesia Católica.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Gracias por la Declaración <i>Dominus Iesus</i>.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Gracias por los tres libros sobre Jesucristo.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Gracias por sus últimos años de oración escondida desde el corazón de la Iglesia universal.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Gracias porque con su fe cumplió la misión que Cristo le dio de confirmar a sus hermanos.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"> Y le pedimos al Señor que, con su oración desde el Cielo, "no seamos confundidos para siempre" (<i>non confundar in aternum</i>!)</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB71bHTX0hk_i-4sBxYtUEA8ZUd9pspMli819-SWpExOJAFpgbXIioEaMtAokeqYI7jEVcf9y9Sm11wijyb3Hkeng3egtZixQr0vMYQu1D92mTK37DUpN0TPkRnhf6N_1SStdsFGtKdQnxwKBIjD_r_JrFwx4bukavEerg1YpgLsZb6gUFVA/s594/PopeBenedictXVIVisitsGroundZeroN-4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="594" data-original-width="419" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB71bHTX0hk_i-4sBxYtUEA8ZUd9pspMli819-SWpExOJAFpgbXIioEaMtAokeqYI7jEVcf9y9Sm11wijyb3Hkeng3egtZixQr0vMYQu1D92mTK37DUpN0TPkRnhf6N_1SStdsFGtKdQnxwKBIjD_r_JrFwx4bukavEerg1YpgLsZb6gUFVA/s320/PopeBenedictXVIVisitsGroundZeroN-4.jpg" width="226" /></a></div><br /> <p></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-18732704995702891612022-10-18T15:08:00.002-03:002022-10-25T12:26:34.136-03:00Lo hermoso de no entender <p> Tarde lloviznosa y fría en el barrio de Las Tunas, agradable sólo porque es de octubre. Estoy confesando en el patio vacío del jardín de infantes parroquial, que parece no entender el por qué de tanto silencio.</p><p> Tras las puertas del salón contiguo, una señora está hablando con fe y con dulzura de Dios a unos cuantos adultos, electos padrinos de confirmación, que se preparan así para recibir ellos también el sacramento. </p><p> De pronto se acerca a confesarse uno de ellos. Se trata de un muchacho amigo mío, varón mucho más dado a la calle que a las cosas de Iglesia, pero de fe sincera, como que caminó peregrinando más de una vez hasta la Virgen de Luján.</p><p> "¿Y, amigo?" -le pregunté para iniciar la "conversa"... "¡Vas a confirmarte! ¿Cómo estás viviendo todo esto?"</p><p> "No entiendo nada", me contestó al punto. Y sin darle tiempo a mi rostro para acusar la sorpresa, con una sonrisa grande y tranquila y los ojos lagrimosos agregó: "Pero es hermoso no entender nada".</p><p> Creo que nunca alguien me había expresado con tanta sencillez y contundencia lo que quiere decir "misterio" y lo que genera entrar de verdad en contacto con él. </p><p> Algo así tendría yo que sentir después de cada bautismo, de cada absolución, de cada Misa, de cada bendición, de cada minuto de mi existencia sacerdotal... </p><p> Sólo me queda agradecer por la fe de los pobres, y decir con el Señor: "Te alabo, Padre, porque ocultaste estas cosas a los sabios y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido".</p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-67573332270982019662022-09-23T18:33:00.002-03:002023-04-17T10:41:55.962-03:00Desierto y profecía<p style="text-align: left;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; text-align: justify; text-indent: 47.2px;"><i>Mirándome al espejo como sacerdote que soy, y mirando a la Iglesia jerárquica, creo que hoy, en la Iglesia, nos falta casi del todo el carácter profético. Parecemos, como ya advertía el profeta Isaías, “perros mudos” (Is 56, 10) incapaces de torear a los lobos del rebaño… que se nos han metido por los cuatro costados adentro del corral...</i></span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; text-align: justify; text-indent: 47.2px;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; text-align: justify; text-indent: 47.2px;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzTavfnWZSlv-W9fAzCOfhKecBELLNYUQDep4xpvW0kojr1nMb8zxoEkvKAjKrc93gQf8THOdZ7xZLNUQkwOokZaWM6J2TknzcAeultl07MwkJN1AkrN2273B9P02zt0Sr0uCD1ApY_88P7YgCmYd2kB4yg0ZrLW8G4s8khkfS9uBtWGRmBw/s655/jua-bautista.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="655" data-original-width="391" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzTavfnWZSlv-W9fAzCOfhKecBELLNYUQDep4xpvW0kojr1nMb8zxoEkvKAjKrc93gQf8THOdZ7xZLNUQkwOokZaWM6J2TknzcAeultl07MwkJN1AkrN2273B9P02zt0Sr0uCD1ApY_88P7YgCmYd2kB4yg0ZrLW8G4s8khkfS9uBtWGRmBw/w382-h640/jua-bautista.jpg" width="382" /></a></span></div><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; text-align: justify; text-indent: 47.2px;"><br /></span><p></p><p style="text-align: center;"><b><span style="font-size: large;">DESIERTO Y PROFECÍA</span></b></p><p style="text-align: right;"><i> "Yo soy la voz del que grita en el desierto" (Jn 1, 23)</i></p><p style="text-align: right;"><b style="text-align: justify; text-indent: 47.2px;"><br /></b></p><p style="text-align: left;"><b style="text-align: justify; text-indent: 47.2px;"><i><span style="font-family: Book Antiqua;">San Juan Bautista arquetipo de profeta</span></i></b></p><p style="text-align: left;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 12pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El Evangelio de San Marcos empieza con la presentación de la misteriosa y fascinante figura del Bautista. El “más grande entre los
nacidos de mujer” (Lc 7, 28) atrae, incluso a quienes, ayer y hoy, detestan o desprecian
su estilo tan radical y tajante. Como el mismo Herodes, víctima pública de sus
denuncias, quien, sin embargo, “lo escuchaba con gusto” (Mc 6, 20).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">San Juan Bautista es el arquetipo de la profecía. Su
prédica incisiva invitaba a la conversión concreta de la conducta, diciendo a
cada cual lo que le tocaba según su estado. Su osadía en defender la verdad no
se arredró ante los poderosos, y pagó por ello con su vida. El martirio selló
su profecía, refrendándola y eternizándola.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Ahora bien, la figura y la misión del Precursor de Cristo
no pueden separarse del definidísimo contexto en que se presentó: el desierto.
“Vestido con piel de camello y alimentándose de langostas y de miel silvestre” (cf. Mt 3, 4) Juan es, sin más, “la voz del que clama en el desierto” (Jn 1, 23). Sin el desierto, Juan
el Bautista deja de ser Juan el Bautista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Y dado que él encarna -como un Elías redivivo (cf. Mt 17, 12)- la misión
profética, no es desacertado decir que toda profecía requiere un desierto.
También la Iglesia, en la medida en que ejerce la misión profética de Cristo,
también debe ser, hoy y siempre, “<i>vox clamantis in deserto</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Alguien podrá objetar a esto que el profetismo de la
Iglesia no proviene de la figura veterotestamentaria del Precursor, sino de
Jesucristo. Y que, por consiguiente, el modelo de la dimensión profética en la
Iglesia no debe buscarse primariamente en San Juan Bautista ni en ninguno de
los antiguos profetas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Sin embargo, en la medida en que Nuestro Señor Jesucristo
(que se presentó no sólo como profeta, sino también como servidor del Señor,
Hijo de Dios, hijo del hombre, Maestro, Mesías…) hizo suyos los rasgos de los
profetas, es legítimo buscar en los que han sido profetas por antonomasia el
modelo puro de una de las dimensiones -no la única- de la misión cristiana. De
hecho, la opinión común de la gente sobre Cristo en los primeros años de su
vida pública lo identificaba con los profetas: Juan el Bautista, Elías u otros (cf. Lc 9, 7-8; Mc 8, 28).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">La profecía es esencialmente, entonces, una voz que grita
en el desierto. Podríamos decir, esquematizando un poco, que en la historia de
Israel el desierto es la situación de “exilio” voluntario o forzoso que
distingue al verdadero profeta (el que habla palabras de Dios) del profeta
urbano y “profesional”, cortesano del rey (que dice no lo que Dios le pide,
sino lo que el poderoso quiere escuchar).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Ahora bien ¿qué es lo que el desierto le da a la voz del
profeta? Vamos a resumirlo en cuatro cosas.</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Cercanía con Dios<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">En primera instancia, el desierto le da cercanía con Dios
(es el lugar del “retiro”, del encuentro íntimo con el Señor) y ocasión para escucharlo y confiarse a Él.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Distancia con el mundo<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">El desierto, además, como lugar retirado, le da al
profeta la capacidad de mirar las cosas desde una distancia donde puede ver el
todo. Ve las cosas como quien mira desde lo alto, desde Dios. Y así, lejos de
quedar desconectado de la realidad, el profeta conoce las cosas tal como son.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Independencia de las cosas<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El desierto es pobreza
(forzosa), o</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 12pt;"> austeridad (voluntaria). El desierto es escasez de vestido,
comida y bebida. Es la condición de vida donde, por haber perdido (o renunciado
a) todo, no ya hay nada que perder. Y es una suerte de ensayo del martirio: la
disposición a perder lo único que se tiene todavía: la salud y la vida. Y por
eso el desierto le da al profeta su fortaleza, su insobornabilidad. El desierto
es para el profeta, como lo fue para el pueblo elegido, el precio y la condición
de la libertad. Sólo en la libertad que da la pobreza pueden gritarse las verdades.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Independencia de los afectos<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">El desierto es destierro, ruptura y separación del hogar,
de la familia. Es la soledad radical. En este sentido, el desierto le garantiza
al profeta la libertad frente a los condicionamientos “de la carne y de la
sangre”, frente al peso de los afectos, de la honra, de la estima social, de
los prejuicios de la propia clase… Esta libertad frente a los lazos humanos
para anteponer a todo el Reino de Dios resplandece en la vida y en las
enseñanzas del Señor: “¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?” (cf. Mt 12, 46-50). “Vine a enemistar a un hombre con su padre, a la hija contra su madre [...] y así el hombre tendrá por enemigos a los de su propia casa. El que ame a su padre o a su madre más que a mi no es digno de mi” (Mt 10, 35-37).</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 12pt;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 12pt; text-align: center;"> </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 12pt; text-align: center;">§ § §</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUleelFqjB7ZYl8JtLC3oGeYlaSMcpAJxqBlyk4K8KK77x6jV9WZ82NyFPus8dcAahmiytUUQdJvpCWzF8nHebXSC6jtf3cMVyhT-CkpXrfKjXeyME4y2jm8gZYKrD0PTtIGyS2jaN7fTB6GQVB51q5zSWa6x8wZHER3pGW9OTwELlmzQ58g/s599/Sgto%20Garc%C3%ADa%20durmiendo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="386" data-original-width="599" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUleelFqjB7ZYl8JtLC3oGeYlaSMcpAJxqBlyk4K8KK77x6jV9WZ82NyFPus8dcAahmiytUUQdJvpCWzF8nHebXSC6jtf3cMVyhT-CkpXrfKjXeyME4y2jm8gZYKrD0PTtIGyS2jaN7fTB6GQVB51q5zSWa6x8wZHER3pGW9OTwELlmzQ58g/w400-h258/Sgto%20Garc%C3%ADa%20durmiendo.jpg" width="400" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"> Mirándome al espejo como sacerdote que soy, y mirando a
la Iglesia jerárquica, creo que hoy, en la Iglesia, nos falta casi del todo el
carácter profético. Parecemos, como ya advertía el profeta Isaías, “perros
mudos” (Is 56, 10) incapaces de torear a los lobos del rebaño… que se nos han metido por
los cuatro costados adentro del corral. Policías panzones durmiendo la siesta
sin intentar siquiera subir los peldaños de nuestros abandonados mangrullos
espirituales. Profetas “ñoquis”, viviendo en las cortes de hoy de la plata de
los poderosos y en las plazas de la corrección política del “<i>like</i>” de las
“multitudes”. Nuestras bocas, cuchillitos mellados, no saben ya pronunciar la
espada de doble filo de la Palabra de Dios. Nuestras banderas, las que no hemos arriado todavía, están tan desteñidas de tanto querer incluir a
todos que ya no representan a nadie; y ante los enemigos, que nos empeñamos en
no ver, expresan algo sí, bien definido: rendición.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Quisimos acercarnos tanto al mundo que ya no nos
distinguimos de él. Ya no hay levadura para mezclar con la masa. La sal ha
perdido su sabor. Por eso, en general, este planteo de lo profético ni siquiera
se hace: porque directamente no se ve el problema, de tan metidos que estamos
en él. Denunciar ¿qué? Oponernos ¿a qué? Crisis de fe ¿dónde? Y al desasosiego
profundo, que es inevitable a todo ser enfermo, oponemos altas dosis de
anestesias ideológicas, llamando bien al mal y mal al bien, y así adormecemos la
cabeza, y tranquilizamos el corazón. Pero el cáncer avanza.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">¿Qué hacer? Si hemos perdido la voz profética, tendremos que recuperarla en el desierto. Desde donde -le pedimos- nos atraiga San Juan Bautista.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Como Iglesia tenemos que animarnos a “huir” una vez más
de Babilonia ("¡Pueblo mío, salgan de ella!" -Ap 18, 4-) y adentrarnos al desierto. Tomar distancia de la cómoda esclavitud del imperio (ajos y cebollas)
en un nuevo Éxodo que nos permita renovar la Alianza con Dios y saber qué
somos: la Iglesia, Su Pueblo. Y no un pueblo más en el guiso pluralista del
mundo globalizado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Para tomar esa distancia lo primero es poner a Dios por
sobre nosotros mismos: “Si alguien viene a mí y no me ama más que [...] a su propia vida, no puede ser mi discípulo</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 16px; text-indent: 47.2px;">” (Lc 14, 26). O sea:</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"> amar a Dios sobre todas las cosas. Recuperar el
teocentrismo frente al antropocentrismo sofocante que padece la Iglesia.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Lo segundo es desaburguesarnos. Difícilmente la Iglesia será profética (voz que grita, y no que enuncia por lo bajo) frente a los poderosos de la política mientras su obra más preciada sean unas
instituciones sociales (colegios, guarderías, comedores) que literalmente
dependen para su subsistencia de las arcas del Estado; ni será profética frente
a los usureros y a los ricos ambiciosos mientras ellos sean sus principales socios. La austeridad personal e institucional son condiciones necesarias para
la hora en que, a causa de nuestra palabra audaz, nos sean mezquinadas las
ubres bajo las cuales llevamos plácida existencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Lo tercero es dejar de mendigar los aplausos y los
“megusta” del público, de obsesionarnos por nuestra propia imagen y estar más
dispuestos a perder la amistad, la buena prensa, la honra, si lo requiere
nuestra fidelidad a Cristo, a la verdad, a la justicia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">San Juan el Bautista no encerró su luz bajo un cajón. Las
multitudes acudían a él para escuchar sus terribles diatribas (cf. Lc 3, 7 ss)… "El pueblo entero" (Mc 1, 5) iba a buscarlo al desierto y se dejó bautizar por él. No fue atrayente por
decir cosas lindas, sino por decir la verdad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">No se trata, por lo tanto, de que la Iglesia se "enguete"</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"> ni se esconda, sino de que esa luz de Cristo que la habita vuelva a
brillar desde lo alto, iluminando todo y a todos. Se trata de que la Iglesia vuelva a ser atractiva.
Pero antes tiene que volver a ser lo que es.</span></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-53179679633685790732022-07-18T14:44:00.006-03:002022-07-20T00:19:13.813-03:00CHE PROMESA<p> </p><div class="WordSection1"><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: "Felix Titling"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9EpA1X65MZ8XRLkgBnj3rFwv91JEqAyyBE0a3_u5gDLu_lpAMieZhLYJm-rLEZK8v-z_A0bg2sjuH-sG6-Rag6RC--TAFcQxFvNcY8aSTDn-z-zTMpgiM535iMB2CA58kZYU3OGMxxDloGEwNAQ6PRXI-Q7cABYeGvqhQuonuRE5P6-HlLA/s640/Itat%C3%AD.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="640" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9EpA1X65MZ8XRLkgBnj3rFwv91JEqAyyBE0a3_u5gDLu_lpAMieZhLYJm-rLEZK8v-z_A0bg2sjuH-sG6-Rag6RC--TAFcQxFvNcY8aSTDn-z-zTMpgiM535iMB2CA58kZYU3OGMxxDloGEwNAQ6PRXI-Q7cABYeGvqhQuonuRE5P6-HlLA/w400-h300/Itat%C3%AD.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: "Felix Titling"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><b>CHe PROMESA</b><o:p></o:p></span></p><p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br />El alma te di<br /></span></i><i><span style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">¿a quién sino a ti,<br /></span></i><i><span style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">Virgen de Itatí?</span></i></p></div>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">De niño en forma fortuita<br />
hallé tu imagen bendita<br />
en una antigua estampita.<br />
Desde el día que te vi<br /></span><span style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">el alma te di<br /></span><span style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">¿a quién sino a ti,<br /></span><span style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">Virgen de Itatí?</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">
<br />
Lleno de fervor mariano<br />
copié esa estampita a mano<br />
y desde aquel día lejano<br />
te tuve cerca de mí,<br />
y el alma te di<br />
¿a quién sino a ti,<br />
Virgen de Itatí?<br />
<br />
Casi veinte años después<br />
de aquella primera vez,<br />
me puso Dios a tus pies,<br />
cuando el Orden recibí;<br />y el alma te di<br />
¿a quién sino a ti,<br />
Virgen de Itatí?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span><span style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">Y en un agosto sin frío,<br /></span><span style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">a orillas del ancho río,<br /></span><span style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">para regocijo mío<br /></span><span style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">tu santuario conocí,<br /></span><a name="_Hlk108687493" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">y el alma te di<br /></a><a name="_Hlk108687493" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">¿a quién sino a ti,<br /></a><a name="_Hlk108687493" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt;">Virgen de Itatí?</a></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Lucían, enamoradas,<br />
las flores anticipadas<br />
de mil lapachos, rosadas,<br />
pero tu flor yo elegí;<br />y el alma te di<br />
¿a quién sino a ti,<br />
Virgen de Itatí?<br />
<br />
Al fin pude celebrar<br />
una misa ante tu altar,<br />
y al terminar de rezar,<br />
promesero me sentí<br />y el alma te di<br />
¿a quién sino a ti,<br />
Virgen de Itatí?</span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Y aquel día, antes de irme,<br />
al entrar a despedirme<br />
te hice la promesa firme<br />
de volver cada año allí,<br />
y el alma te di<br />
¿a quién sino a ti,<br />
Virgen de Itatí?<br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Los años han transcurrido<br />
y porque Dios lo ha querido<br />
desde entonces he cumplido<br />
la promesa que ofrecí,<br />
que el alma te di<br />
¿a quién sino a ti,<br />
Virgen de Itatí?<br />
<br />
Y la alegría es tan fuerte<br />
cada vez que vuelvo a verte<br />
que en <i>zapucai </i>se convierte,<br />
¡y aprendí a rezar así!<br />
El alma te di<br />
¿a quién sino a ti,<br />
Virgen de Itatí?<br style="mso-special-character: line-break;" /></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Me conmueve cabalmente<br />
cómo te reza la gente<br />
con esa fe transparente<br />
que quisiera para mí…<br />El alma te di<br />
¿a quién sino a ti,<br />
Virgen de Itatí?<br style="mso-special-character: line-break;" />
<!--[endif]--><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Sólo un pedido he de
hacerte<br />
que en la hora de mi muerte<br />
recuerdes con qué amor fuerte<br />
cuántas veces dije así:<br />
El alma te di<br />
¿a quién sino a ti,<br />
Virgen de Itatí?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><i><span lang="ES" style="font-family: "Mongolian Baiti"; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">San Miguel, 18 de mayo - </span><span style="font-family: "Mongolian Baiti";">Itatí, 14 de julio del año del Señor 2022</span></i></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-57464062076871388462022-02-25T19:31:00.005-03:002022-03-15T10:46:39.507-03:00Los reyes magos y lo que debemos a Dios<p style="text-align: right;"><i style="color: #15222b; font-family: Georgia, serif; text-indent: 10px;"><span style="font-family: times, "times new roman", serif;">"Ofrecemos a Dios honor y reverencia no para bien suyo, que en sí mismo está lleno de gloria y nada pueden añadirle las criaturas, sino para bien nuestro; porque, en realidad, <b>por el hecho de honrar y reverenciar a Dios, nuestra alma se humilla ante El, y en esto consiste la perfección de la misma</b>, ya que todos los seres se perfeccionan al subordinarse a un ser superior, como el cuerpo al ser vivificado por el alma y el aire al ser iluminado por el sol" (Santo Tomás de Aquino, Suma de Teología, II-II, 81, 7).</span></i></p><p style="text-align: right;"><i style="color: #15222b; font-family: Georgia, serif; text-indent: 10px;"><span style="font-family: times, "times new roman", serif; font-size: x-small;"><br /></span></i></p><p style="text-align: right;"><span style="color: #15222b; text-indent: 10px;"><span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span><span lang="ES"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span><span lang="ES"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi-QWt_LXK1yjV3wYW1D6pyDjefylBNHtQkwxS9yoPdw9BUiGbInxplCt3dpHAWgjOG9_FNOOmnQ_xoOlCjwoxOA8pryuuzYV2pdkvrU1y0xr7k7VwKBZMg9qhZtaIK-Ch90XDcd1sfbHiJfXftcrqLsx9lRkAVn8llDA3TzOllih_V9E2Tgw=s440" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="333" data-original-width="440" height="485" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi-QWt_LXK1yjV3wYW1D6pyDjefylBNHtQkwxS9yoPdw9BUiGbInxplCt3dpHAWgjOG9_FNOOmnQ_xoOlCjwoxOA8pryuuzYV2pdkvrU1y0xr7k7VwKBZMg9qhZtaIK-Ch90XDcd1sfbHiJfXftcrqLsx9lRkAVn8llDA3TzOllih_V9E2Tgw=w640-h485" width="640" /></a></span></span></div><span><span lang="ES"><br /><span style="font-family: times; font-size: medium;"><br /></span></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Cuando, para
la Epifanía del Señor de este año, me puse a meditar en el evangelio de la
visita de los magos de Oriente al Niño Dios, me quedé pensando en este simple
hecho: “le ofrecieron dones” (Mt 2, 11).<o:p></o:p></span></span></span></p><span><span style="font-size: medium;">
</span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Algo tan
obvio y tan sencillo, de pronto, se me antojó muy profundo y novedoso. Como
cuando uno vuelve a oír una melodía largamente olvidada <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que, al empezar a recobrar forma en la
memoria, genera la profunda alegría de un reencuentro.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">En la
cultura popular, la fiesta de Reyes es sinónimo de “regalos”. Los Reyes
Magos vienen cada año a recordarnos la importancia que tienen en nuestra vida
los regalos, tanto el darlos como el recibirlos. En efecto, para expresar el
amor, que es espiritual, necesitamos dar algo material, que en ese mismo acto
de ser obsequiado se carga de sentido, casi diríamos que se transfigura. Lo
poco, lo neutro, lo fragmentario y relativo de un regalo está preñado de un
sentido grande, rotundo, total, absoluto: “yo -todo yo- te quiero a vos, tal
como sos”. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Pues bien, este
año Melchor, Gaspar y Baltasar me trajeron de regalo una vieja verdad olvidada:
a Dios también, si lo queremos, tenemos que darle algo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">El relato de
la visita de los magos se demora refiriendo todos los sucesos previos a la
llegada al pesebre: vienen de lejos siguiendo la estrella, llegan a Jerusalén,
preguntan por el rey, los recibe Herodes, que hace una consulta a los sabios;
vuelven a ponerse en camino hacia Belén… Al escucharla, uno se siente parte de
esa larga búsqueda, de esa paciente ansiedad de los misteriosos peregrinos… Sin
embargo, desde que por fin llegan a la meta de su camino, todo ocurre muy
rápido: “La estrella […] se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando
vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron
el niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Luego, abriendo sus
cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Y […] volvieron a su
tierra” (Mt 2, 9-12).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Los Reyes,
llenos de alegría por haber llegado, hacen sólo dos cosas. Apenas dos verbos describen
el larguísimamente anhelado propósito de la más famosa peregrinación de la
historia: “lo adoraron” y “le ofrecieron dones”. Estas dos acciones de los
magos -adoración y ofrenda, homenaje y oblación- en el fondo provienen de una
única actitud, que es la actitud primordial que el hombre debe tener cuando se
pone frente a Dios. Ésta puede tener distintos nombres: fe, obediencia, culto,
reverencia, temor, religión, adoración… amor a Él sobre todas las cosas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">“Postrándose,
lo adoraron y le ofrecieron dones”. Esta actitud, casi espontánea en los
hombres y mujeres de todos los tiempos y todas las culturas y expresada en
todas las religiones del mundo hoy parece llamativa por lo inusitada y por lo
ausente (incluso ¡ay! en el ámbito de la Iglesia).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Se enseña
con razón que la liturgia cristiana tiene como una doble dirección: de arriba
hacia abajo, de abajo hacia arriba. Gloria a Dios, gracia a los hombres. En la
liturgia “Dios es perfectamente glorificado y los hombres santificados”
(Concilio Vaticano II, Const. Sacrosanctum Concilium, 7). Porque,
tratándose de la actualización del misterio de la Cruz del Señor, el culto
cristiano comparte las características que tuvo el “misterio pascual” de Cristo,
“obra de la redención humana y de la perfecta glorificación de Dios” (Ídem,
5). El Señor Jesús se ofreció en la Cruz como Hijo obediente al Padre: “No mi
voluntad, sino la tuya” (cf. Mt 26, 39); “Padre, a tus manos encomiendo mi
Espíritu” (Lc 23, 46); y en favor de los hombres: “Padre, perdónalos, porque no
saben lo que hacen” (Lc 23, 34). Los ojos mirando a Dios, las manos tendidas a
sus hermanos. Ambos aspectos son inseparables.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Y sin
embargo, hoy, incluso en nuestras Misas, el peso casi siempre está unidireccionalmente
puesto en el sentido “de arriba abajo”. Pareciera que vamos a Misa no para dar,
sino para recibir: no para
darle algo a Dios, sino para que Dios nos satisfaga una necesidad. Esta
unilateralidad, llevada al extremo, conduce a la actitud egocéntrica que expresa la conocida frase: “voy
a Misa cuando lo siento”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">La mínima
referencia al deber de dar culto a Dios, la noción misma de precepto dominical,
la conciencia de tener que cumplir con el tercer mandamiento están tan poco presentes en el lenguaje y la vida de nuestras comunidades que prácticamente son
incomprensibles, están sencillamente fuera de lugar.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">La dimensión
“vertical” y “ascendente”, la propiamente cultual, queda muchas veces
prácticamente diluida también en el modo de celebrar la Misa. ¡Cuántas veces -mea
culpa- los sacerdotes con su mirada y con todos sus gestos se dirigen a los
fieles mientras con los labios están invocando a Dios! <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Ahora bien,
si es por cierto lastimosa la tendencia de acercarse a Dios sólo para recibir,
más triste es constatar que en nuestras celebraciones se desdibuja incluso toda
dimensión “vertical”, incluso descendente. No pocas veces, de hecho, ni los
fieles ni el celebrante pareciera que estuvieran rezando, sino dialogando entre
ellos, compartiendo, sí, cosas de Dios (su Palabra, sus sacramentos) pero
mencionándolo en tercera persona, y no como si Él estuviera allí presente como
un verdadero interlocutor…<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">La
confirmación de esta tendencia queda patente en la renuencia incluso explícita de
muchos curas a celebrar la Misa cuando no hay fieles presentes. Si no hay, por
un lado, oración que suba, si no hay oblación que ascienda, si no hay
sacrificio que se ofrezca, y por otro lado no hay fieles a quienes dar algo o
con quienes encontrarse (señal de que se pierde también la fe en la comunión de
los santos) … ¿qué sentido puede tener la Misa?<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">No se trata
de desconocer la profundísima novedad que ha traído el “culto según el Logos”
(Rom 12, 1) cristiano con respecto al “do ut des” (toma y daca) de las
religiones paganas o de sus tantas supervivencias mágicas y supersticiosas, e
incluso respecto de los sacrificios de la antigua Alianza. Estamos convencidos
de que en la vida cristiana amar a Dios es, en última instancia, “dejarse
reconciliar por Él” (cf. 2 Cor 5, 20), que “nos amó primero” (1 Jn 4, 10. 19). <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Pero no por
eso se pueden evaporar de nuestra religión y de nuestra liturgia la alabanza,
la adoración, la acción de gracias, los sacrificios, las promesas, los votos,
en fin, la ofrenda de la propia vida. El culto a Dios es una profunda necesidad
inscrita en la naturaleza humana. Cuando a esta potente tendencia espiritual no
se le asegura un cauce en que expresarse, se opera una verdadera represión, se
ejerce una violencia, y termina desbordando por alguna parte, desmadradamente.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">De hecho, en
nuestro medio, quienes se benefician de nuestra horizontalización de la
liturgia son las sectas pentecostales, en las que la alabanza tiene un sitio
preminente. No en vano ellos conservan para sus celebraciones una palabra que
la Iglesia ha desechado: “culto”. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">Hoy es más
oportuno que nunca, entonces, que recibamos este “regalo de Reyes” y
desenterremos del olvido el tesoro de la virtud de la religión. Que volvamos a
ofrecerle a Dios el homenaje de nuestras alabanzas, de nuestros gestos
corporales, de nuestros bienes materiales como signos insoslayables de nuestra
propia entrega (fe, obediencia, amor, servicio) a Él.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">La misma
liturgia de la Misa de Epifanía resuelve magistralmente todas estas cuestiones
en la Oración sobre las ofrendas. Toda la teología del culto cristiano se
resume en el sacrificio pascual de Nuestro Señor, quien es, desde la Cruz, el
lugar de encuentro en que se reconcilian la gracia y la libertad, Dios y los
hombres.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: times; font-size: medium;">“Señor, mira
con bondad las ofrendas de tu Iglesia que ya no son oro, incienso y mirra, sino
Jesucristo mismo que en estos dones se manifiesta, se inmola y se nos da como
alimento, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén”.</span></span></p></span><p></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-58762595104665770672021-12-21T16:59:00.005-03:002021-12-22T18:35:26.813-03:00El pesebre y la cruz<p style="text-align: left;"><span style="font-family: times; text-align: justify;"><span style="color: #666666;"> <span style="font-size: medium;"> <i> Casi no hay una canción folklórica navideña que no mencione en alguna parte la Cruz de Cristo. Siempre me acuerdo de mi profesor de guitarra Patricio Quirno Costa, que, comentando esto, decía medio en broma algo así como: "Pero, che, será posible, si la Navidad es algo lindo, por qué tienen que meter ya la cruz, déjennos alegrarnos tranquilos...". Hoy, sin embargo, pensando en este rasgo de la fe navideña de nuestro pueblo, le encuentro un sentido cada vez más hondo. </i></span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="color: #666666; font-family: times; font-size: medium;"><i><span> </span>Vayan, pues, dedicadas a Don Patricio esta pequeña reflexión y esta zamba como gratitud por haberme enseñado a dar, con la guitarra, algo de gloria a Dios y algo de alegría a los hombres.</i></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi-f5dWbWWkbzKINt41WL7IMZautzYEy9P5eFiCqvbyK55NY2FGwcdcpMga1jNDPAKyhwWnR9u-roXoquWVFq4wZmZGajReFsHr5jbzZzY40OOu9FtVtoZQo9FI5xPSDj5T_rt2-1pMBZVW15LN8j_J9W918nGaklGikloEs9n_Kt9cg15Gzw=s1200" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="776" data-original-width="1200" height="414" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi-f5dWbWWkbzKINt41WL7IMZautzYEy9P5eFiCqvbyK55NY2FGwcdcpMga1jNDPAKyhwWnR9u-roXoquWVFq4wZmZGajReFsHr5jbzZzY40OOu9FtVtoZQo9FI5xPSDj5T_rt2-1pMBZVW15LN8j_J9W918nGaklGikloEs9n_Kt9cg15Gzw=w640-h414" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span><p></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;"><b>EL PESEBRE Y LA CRUZ</b></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;"><b>La Navidad como misterio de reconciliación</b></span></p><p style="text-align: right;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;"><br /></span></i></p><p style="text-align: right;"><i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del
ejército celestial, <br /></span></i><i><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">que alababa a Dios, diciendo: <br />"</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt; text-indent: 0cm;">¡Gloria a Dios en las alturas, <br />y en la tierra, paz a los hombres amados por él!</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">” (Lc
2, 14).</span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 13.5pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Es casi un lugar común caracterizar la Navidad como una "noche de paz". Y es la pura verdad: al
nacer como hombre, Dios vino a traernos la paz. Vino a hacer las paces con nosotros,
los hombres. A unir lo que estaba infinitamente separado: el cielo y la tierra. Jesús es "nuestra paz" (Ef 2, 14): es Él quien, de parte nuestra, da la gloria a Dios, a quien nosotros tanto ofendemos; y es Él mismo quien a nosotros, de parte de Dios, nos trae la paz. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 13.5pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Ahora bien, la paz tiene razón de fruto: viene siempre después de algún trabajo: siembra, poda y cosecha. No hay atajos para la paz. La paz es -siempre- consecuencia, y consecuencia del amor que, solo, reconcilia. Dicho de otro modo: hay paz cuando hay pacificación. Y hay pacificación cuando hay un pacificador. Cuando, como se dice mi barrio, " 'tá todo pago"... es porque alguien pagó.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 13.5pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Por eso, e</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">l Ángel comenzó diciendo: "Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador" (Lc 2, 11). La gloria a Dios y la paz a los hombres son anunciados en relación con la llegada de este Salvador, el que con su "sangre" y con su "cruz" (cf. Ef 2, 13. 16) acercó a los que estaban lejos y amigó a los que estaban enemistados, pagando un altísimo precio.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 13.5pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Por eso, la
Navidad, aunque es un misterio de gozo, tiene ya anticipos de la cruz: el
rechazo de los hombres, la pobreza del pesebre, la soledad de la noche… </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 13.5pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">"Pobre humilde nace<br />nuestro Redentor,<br />temblando de frío<br /></span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">por el pecador".</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 13.5pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">El niño que nace es el Salvador que vino para hacer la obra de la redención por su pasión y su muerte. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">El pueblo sencillo de Dios comprendió esta verdad profunda, y la expresó de muchas maneras. En efecto, en muchos pesebres se representa al Niño acostado con los brazos extendidos en
cruz. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">"Cuando sonríe<br />se hace la luz,<br />y en su bracitos<br />crece una cruz" </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">("Noche anunciada" de Félix Luna).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">Son sobre todo los villancicos criollos los que hacen presente el misterio de la
cruz en medio de la Navidad. </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">Por ejemplo, entre las coplas de "Vamos, pastorcillos", encontramos esta estrofa: </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">"San José y la Virgen<br />y santa Isabel<br />vagan por las calles<br /></span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;"> de Jerusalén,<br />preguntando a todos<br />si han visto a Jesús:<br />todos les responden<br />que ha muerto en la cruz"</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">O esta que recopiló Juan Alfonso Carrizo en Jujuy:</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">"La Virgen fue costurera<br />y san José carpintero<br />y el Niño cargó la Cruz<br />que ha'i morir en un madero"</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 18px;">O también esta estrofa de una zamba ("Tristeza de Navidad") de Arturo Dávalos:</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 18px;">"Y como el zorzal, mi niño Jesús,<br />cantara si pudiera para velar<br />tu sueño feliz, porque al despertar<br />ya comenzarás a llevar la cruz". </span></span><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">Porque Cristo nació para salvarnos, para hacer las
paces con nosotros, por eso la Navidad es ya un misterio de reconciliación. Y por eso es Noche de Paz.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 13.5pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Por consiguiente, la Navidad tiene que ser para nosotros ocasión de reconciliarnos con Dios y
de reconciliarnos entre nosotros. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">Pensemos en quién de nuestra familia necesita un gesto de cercanía </span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt;">de nuestra parte. A quién podemos hacerle un sitio en nuestra mesa navideña, aunque se haya portado muy mal con nosotros. A quién deberíamos pedirle perdón antes de esta Nochebuena...</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 13.5pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">Nos cabe por cierto a nosotros, que hemos sido agraciados con la "Buena Noticia" y reconciliados con Dios, ser artífices de paz. Para ello, siguiendo los pasos de nuestro "Príncipe de la Paz", hemos de cargar con la cruz del amor, </span><span style="color: black; font-family: "Book Antiqua",serif; font-size: 13.5pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR;">para ser así, concretamente, "mensajeros de la paz":</span><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 13.5pt; text-align: left;"> "<i>¡Qué hermosos son
sobre las montañas los pasos del que trae la buena noticia, del que proclama la
paz, del que anuncia la felicidad, del que proclama la salvación, y dice a
Sión: «¡Tu Dios reina!» </i>(Is 52, 7). Y poder merecer un día la eterna merced de sus palabras: <i>"Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios"</i> (Mt 5, 9).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 18px;">¡Feliz Navidad!</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: 18px;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="279" src="https://www.youtube.com/embed/MFzXUzR3JV8" width="420" youtube-src-id="MFzXUzR3JV8"></iframe></div><span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><br /><span style="font-size: 18px;"><br /></span></span><p></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-50883610347330213842021-10-01T19:52:00.010-03:002021-10-01T20:13:58.861-03:00Un Dios a imagen y semejanza del hombre<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: Baskerville Old Face, serif; font-size: medium;"><b>Reflexiones a raíz del Evangelio del Domingo XXVI (B) </b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Hoy es el día de san Gerónimo y en el Oficio de Lectura
se lee su famosa y contundente frase: “Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”
(Prólogo a los Comentarios al Profeta Isaías, 1).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgBXVDHNbKeA2SxYJfz9E-KHPG3i6qbdjKSaKL8I4qI8JbqnJQbad4D6EzVgGagLoTQY-SjoNrMOrqlDF1oeAMGCvegtNVurZO3flODgTujl9FG6wb5IboiBxMMJ_4ny2KXIV5/s414/san+ger%25C3%25B3nimo+caravaggio.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="298" data-original-width="414" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgBXVDHNbKeA2SxYJfz9E-KHPG3i6qbdjKSaKL8I4qI8JbqnJQbad4D6EzVgGagLoTQY-SjoNrMOrqlDF1oeAMGCvegtNVurZO3flODgTujl9FG6wb5IboiBxMMJ_4ny2KXIV5/s16000/san+ger%25C3%25B3nimo+caravaggio.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Caravaggio. San Jerónimo escribiendo</i></td></tr></tbody></table><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Y es cierto, nomás. Pareciera que una y otra vez tenemos
que volver a los Evangelios para seguir buscando el rostro de Cristo, que nunca
acaba de develársenos en este siglo. Esto, de hecho, puso como epígrafe de su libro
“Jesús de Nazareth” el Papa Benedicto: “Oigo en mi corazón: busquen mi rostro. Tu
rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro” (Sal 26, 8-9). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Somos todavía como los primeros apóstoles que caminan
detrás del señalado Cordero de Dios, viéndole las espaldas (cf. Jn 1, 37) o
como la Magdalena ciega de llanto que habla con el Jardinero sin reconocer a su
Señor (cf. Jn 20, 15)… hasta que Él quiera, cuando Él quiera, mostrarnos su faz,
dejarse reconocer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Pero el gran problema es nuestra ansiedad, morbo
contemporáneo si los hay. ¿Qué pasa hasta tanto Cristo se digne mirarnos a la
cara? ¿Cómo aguantar mientras no vemos otra cosa que las “espaldas de Dios”
(cf. Éx 33, 23)? La ansiedad y la impaciencia (que hoy se nos antojan apenas
defectos) engendran entonces uno de los pecados más graves: la idolatría. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar de la
montaña…” (Éx 32, 1). La incapacidad de esperar los tiempos de Dios para saber
a qué atenerse los llevó a fabricarse el ternero de oro. No era que habían
reemplazado a su Dios por otro. Aarón inauguró el culto al ídolo a la voz de: “Este
es tu Dios, Israel, el que te hizo salir de Egipto” (Éx 32, 4). El pecado consistió
en inventarse una imagen disponible, manejable, asequible, de ese Dios soberano
que tardaba en aparecer… <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”. Al escuchar
esta sentencia del gran doctor de la Iglesia teniendo aún fresco en la memoria el
Evangelio del domingo pasado (Mc 9, 38-48) no puedo dejar de pensar en el patente
riesgo que los cristianos seguimos corriendo hoy por hoy de caer en una velada
pero potente idolatría. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">En efecto, hoy tenemos la tentación no tanto de renunciar
a Jesucristo, como de hacernos un Jesús “a imagen y semejanza nuestra” … un Jesús
“humano, demasiado humano”. Reducirlo a nuestras proporciones. Domesticarlo. Vestirlo
a nuestra moda. Que es una manera de no nosotros seguirlo a Él, sino de
pretender que Él nos acompañe a nosotros a donde nosotros queremos. Es, a fin
de cuentas, mejor maquillado, el pecado original: querer “ser como dioses” (cf.
Gén 3, 5).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Cuando a los curas nos toca predicar sobre el Evangelio
en que el Señor recomienda a esos que escandalizan a los “pequeños que tienen
fe” que se tiren derecho al mar con una piedra gigante atada al cuello, o en
que sentencia que es preferible entrar mutilados en la Vida eterna que ir
enteritos al infierno “donde el gusano no muere y el fuego no se extingue” (cf.
Mc 9, 38-48), o que el que abandona a su mujer y se casa con otra comete adulterio,
diga lo que haya dicho el mismísimo Moisés (cf. Mc 10, 2-16), acusamos recibo
de que este Jesús tajante de las diatribas y de las exigencias no es el mismo Jesús ¡ay! que solemos presentarles “a los pequeños que” -todavía, gracias a Dios- “tienen
fe” (Mc 9, 42).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“El que ignora las Escrituras ignora a Cristo”. ¿Qué
hacemos, entonces? No tenemos más opción: o nos dejamos cortar, o cortamos
nosotros. O nos abrirnos al Señor de la Palabra y dejamos que su facón doble
filo (cf. Heb 4, 12) nos traspase, o nos hacemos los sordos y pasamos por alto
(y a veces, con la venia del leccionario, directamente no leemos) los pasajes
que desdicen nuestra imagen “eclesialmente correcta” de Jesús. Lamentablemente,
muchas veces hoy elegimos quitarnos de encima, como una pesada molestia, las palabras
inspiradas que vienen a hacer añicos nuestro ídolo, como hizo Moisés con el dorado
becerro. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Hace ya muchos años, el profético Padre Castellani
denunciaba: “Se han dejado caer grandes trozos del Evangelio, que eran
incómodos de predicar y más aún de practicar […] Se ha suprimido la
personalidad de Cristo”. “[El Catolicismo] -sigue diciendo- se vuelve de veras
una religión de mujeres: cuyo único objeto es el "Dulce Nazareno" de Constancio
Vigil, simbolizado en la actual abominable estatuaria religiosa por los Cristos
buenos mozos de melena rubia con el dedo en la boca del corazón abierto. La
verdad es que el Cristo de la predicación actual no es ni hombre ni mujer: es
un <i>concepto</i>” (L. Castellani, <i>Cristo y los fariseos</i>,
Vórtice-Jauja, pp. 55-56). <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBz2NUCe-A8wFZWB9su2OSsfDqZxXnPqTS4thCIqqWePR-io8iD9kpjEYsJXFF1PdW3QCcrq0bpehOIBPS5ELjoDLsXzEXim4d8-cP2LpScgnOfglCzePKYMItHwFDaxSwCPdQ/s260/sagrado+coraz%25C3%25B3n+afeminado.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="260" data-original-width="194" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBz2NUCe-A8wFZWB9su2OSsfDqZxXnPqTS4thCIqqWePR-io8iD9kpjEYsJXFF1PdW3QCcrq0bpehOIBPS5ELjoDLsXzEXim4d8-cP2LpScgnOfglCzePKYMItHwFDaxSwCPdQ/s0/sagrado+coraz%25C3%25B3n+afeminado.jpg" width="194" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">¿Qué nos diría Castellani hoy a nosotros, a quienes esas imágenes
del Sagrado Corazón -si es que todavía las vemos por ahí- por poco nos asustan,
de puro hieráticas, por más melenas rubias y túnicas rosas que tengan?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Como entonces, también hoy nuestro pobre concepto reductivo
de Cristo se refleja en las imágenes religiosas. Al respecto, quisiera señalar
dos indicadores muy elocuentes: uno, por defecto; otro, por exceso.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span> </span>Están en franca disminución, por un lado, las imágenes del
Crucificado y, en general, de Jesús sufriente o muerto. Contra la tradición y
las normas litúrgicas, falta muchas veces incluso en los altares de las
iglesias, donde cada vez más se ven cruces sin Cristos, o con Cristos
resucitados, gloriosos, etc. Por lo demás, ya casi no se los coloca en las
cabeceras de las camas de los matrimonios cristianos, donde en el mejor de los
casos es reemplazado por otras imágenes religiosas (la Virgen, la Sagrada
Familia, etc.). Cuando el Crucifijo sigue estando, casi todas las veces lo está
de modo que se disimula lo más posible el realismo de su Pasión y Muerte. </span><span style="font-family: "Baskerville Old Face", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">A los
cristianos de hoy, ver un Cristo como el Señor de los Milagros de Salta, o el Santo
Cristo de Buenos Ayres, o cualquiera de las imágenes barrocas de nuestra
tradición hispanoamericana, nos está empezando a escandalizar. </span><span style="font-family: "Baskerville Old Face", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "Baskerville Old Face", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Incluso encontramos justificaciones teóricas: que
dan la imagen de un Dios Padre sanguinario, que Cristo no nos salvó por el
sufrimiento sino por el amor, que creemos en un Jesús vivo y resucitado, etc. Claro
que sí, pero en contra está siempre lo que dice San Pablo: “Nosotros predicamos
a un Cristo crucificado” (1 Cor 1, 23); y “yo no quise saber nada fuera de
Cristo, y Cristo crucificado” (cf. 1 Cor 2, 2).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Baskerville Old Face", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; font-family: Baskerville Old Face, serif; font-size: medium; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;"></span></span></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-family: "Times New Roman"; letter-spacing: normal; margin-left: auto; margin-right: auto; orphans: 2; text-align: center; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-transform: none; widows: 2; word-spacing: 0px;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxP7p0_AXC2KGCmtpbA7KIhIKVqj_oGGCnmKaROAPVSmLvoIkUkmivR6CF3vWpB3yJhoiJAfiFinV8IC6rRO1KRbnyr43v2nyGf9bTdN5-cndEtK85SsXseG29xS83q4cV9ExH/s800/Cristo+de+Buenos+Ayres.jpg" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxP7p0_AXC2KGCmtpbA7KIhIKVqj_oGGCnmKaROAPVSmLvoIkUkmivR6CF3vWpB3yJhoiJAfiFinV8IC6rRO1KRbnyr43v2nyGf9bTdN5-cndEtK85SsXseG29xS83q4cV9ExH/w640-h360/Cristo+de+Buenos+Ayres.jpg" style="cursor: move;" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Santo Cristo de Buenos Ayres<br /></i></td></tr></tbody></table><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: "Baskerville Old Face", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">Por otro lado, abundan y sobreabundan las imágenes “</span><i style="font-family: "Baskerville Old Face", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">naïves</i><span style="font-family: "Baskerville Old Face", serif; font-size: 14pt; text-indent: 35.4pt;">”,
los dibujitos pueriles de Jesús como los de “las Mellis” (de la hojita El
Domingo), o, sobre todo, los de Fano. El problema no es su uso en las aulas de
los jardines de infantes, sino su abuso en todos los ámbitos de la pastoral
eclesial. ¿Cómo conciliar ese Cristo infantilizado con el viril Pastor que pelea
contra los lobos que quieren escandalizar a su pequeño rebaño, con el Padre
lleno de celo amoroso que amonesta y corrige a sus hijos para evitar que
pierdan la vida, con el Profeta que patea mesas y echa a latigazos a los
mercaderes del templo, o con el fortísimo Mártir capaz de entregar la vida por
amor al Padre Dios y a los hombres?</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjN-XTe1Zg4h9G88jfdVbsdT6YyQLa-vc7BZH-6TNboPL4D5sfPDe2Q3L_W7fdUVGO1zrAXiVBqnQlJap4jHhB13kqHBg2ThazE0MN2eFq_HMQQ08-6OQ0GX3ydGZCV_VkU-tOL/s259/Jes%25C3%25BAs+de+Fano.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjN-XTe1Zg4h9G88jfdVbsdT6YyQLa-vc7BZH-6TNboPL4D5sfPDe2Q3L_W7fdUVGO1zrAXiVBqnQlJap4jHhB13kqHBg2ThazE0MN2eFq_HMQQ08-6OQ0GX3ydGZCV_VkU-tOL/s16000/Jes%25C3%25BAs+de+Fano.jpg" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">¿No será que ese inofensivo y aguachento Jesús de salita
de tres expresa más un Dios “a imagen nuestra”, que no queremos ser adultos
responsables, que queremos ser “amigos sí, pero padres no”, que evitamos
cualquier corrección y castigo como si fueran faltas de amor? ¿No tendrá que
ver este dejar de mirar al Crucificado con la ilusión de que nuestras obras no
tienen consecuencias, y que no tenemos nada de que hacernos cargo; con nuestra
sensación de que no tenemos nada de que arrepentirnos ni de que ser perdonados;
con nuestra fútil pretensión de poder amar sin sufrir; con nuestro afán de vivir
superficialmente para evitar, cueste lo que cueste, el dolor y la mención misma
de la enfermedad o la muerte? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Por supuesto que, tomando aisladamente cada imagen de Jesús,
antigua o actual, puede verse como una aproximación aceptable, como una de
tantas perspectivas posibles, como una de tantas “hermenéuticas” que
legítimamente destacan uno u otro aspecto del inagotable misterio de Cristo. Pero
no podemos dejar de advertir que, cuando unas representaciones se multiplican
en desmedro de las que acentúan los aspectos contrarios, se está operando un
recorte, una reducción unilateral de la persona de Jesucristo que nos hace
descubrir, justamente, una velada herejía, una verdadera criptoidolatría.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Baskerville Old Face",serif; font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">“Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”. Que San Gerónimo
interceda por nosotros para que la espada de la boca de Cristo (cf. Apoc 19,
15) nos rompa, una y mil veces, las falsas imágenes que nos hacemos de Él, que
es a su vez la imagen del Padre, y nos chucee para buscar y seguir buscándolo, hasta
que al fin “viendo su rostro revelado seamos totalmente felices en su gloria”
(Santo Tomás de Aquino, <i>Adoro te devote</i>). Amén.</span></p><p></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-65064645566497761762021-09-07T21:19:00.016-03:002021-10-12T16:32:23.910-03:00Oda a la humedad de Buenos Ayres<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZEsEIkVvZYoXA_3_qJQTskMSVegNxZgCg9gDoEN6hkPKOhmlUWUoz7B7ThyphenhyphenHU9FavRy_WP4AwZAng7fxx04448Zzlw25giG6UTFyXNmsQJ5AV-89L0zPZ_P0e_Dj94F3s9FNz/s1200/adoquines+con+pasto+en+Palermo.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZEsEIkVvZYoXA_3_qJQTskMSVegNxZgCg9gDoEN6hkPKOhmlUWUoz7B7ThyphenhyphenHU9FavRy_WP4AwZAng7fxx04448Zzlw25giG6UTFyXNmsQJ5AV-89L0zPZ_P0e_Dj94F3s9FNz/w400-h266/adoquines+con+pasto+en+Palermo.jpg" width="400" /></a></div><br /><br /><p></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">Verbo de Dios, Poesía verdadera,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">que compones endechas cristalinas<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">en la turbia agua de nuestra ribera;<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">tú que inspiraste con unción divina<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">a Don Martín del Barco Centenera,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">que fue el primer cantor de la Argentina,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">ayúdame a escribir hoy con donaire<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">mi “oda a la humedad de Buenos Ayres”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">No tienen estos versos otro empeño<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">que ser un acto de reparación<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">hacia la reina del clima porteño<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">aborrecida por su población,<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">que le suele achacar frunciendo el ceño<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">todas las culpas de su situación;<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">y por contrarrestar tantos desaires<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">le canto a la humedad de Buenos Ayres.</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">Cantarle a la humedá es cantarle al río<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">que antaño bautizaron de la Plata,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">que en sudestadas muéstrase bravío<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">y en los pamperos sus aguas recata;<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">y a la insufrible pesadez de estío<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">que tantos ríos de sudor desata,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">(y si es culpable de nuestros sudores<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">más lo será de nuestros malhumores).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">Pero cantarle a la humedá es cantar<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">a todo lo que engendra poesía:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">al pastito que logra despuntar<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">entre adoquines de una calle umbría,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">a las selvas que quieren asomar<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">como espectros al lado de la vía,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">y al charquito que en su breve laguna<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">traduce los mensajes de la luna.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">Al musguito que unge los tejados<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">con el barniz sagrado de lo añejo,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">y al temible verdín del empedrado,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">y a las paredes con olor a viejo;<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">y a esos mil yuyos imponderados<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">que habitan los baldíos, desparejos,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">donde feraz la pampa se da aires<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">de enseñorearse sobre Buenos Ayres.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">A las plantas que crecen, naturales,</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">contra los fondos y las medianeras:</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">a la hiedra que oculta los tapiales,</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">al níspero, al ligustro, a la morera,</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">que, al develar los rasgos tropicales </span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">que en el principio la ciudad tuviera,</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">tapar quisieran, con piadoso beso,</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">los orgullosos logros del progreso.</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">A las guirnaldas de la enredadera</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">en el cableado de los arrabales,</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">como un arco esperando que viniera</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">algún santo en sus fiestas patronales...</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">Por estas cosas mi verso se esmera</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">para cantarle en octavas reales</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">a esta poética humedad, salud</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;">de la malsana Capital del Sud.</span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES" style="font-family: "Palatino Linotype",serif; font-size: medium; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-family: Palatino Linotype, serif;">Las Tunas, 8 de septiembre del año del Señor 2021</span></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-66256406567800623902021-05-10T22:17:00.006-03:002021-05-12T16:57:43.633-03:00“¡Soy de la Virgen, nomás!”<p><b><span lang="ES" style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Un itinerario espiritual mariano de la mano del Negro Manuel</span></span></b></p><p><b></b></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJIQSszufdU0HiGycTijYN29sCeBdfMFHKGlSQBNPR9blahInMaNcwKNdD81Gtu4c4GZjL5DPcyeR-Rt00XKg_o4iVyyqSy1ztQIojCKFI-j1GN4sccKm3eRFsEaC8kuUONCnt/s799/MILAGRO+DE+LAS+VIRGENES+DE+LA+CARRETA+-+OBRA+DE+DOMINGO+GATTI_600x799.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="799" data-original-width="600" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJIQSszufdU0HiGycTijYN29sCeBdfMFHKGlSQBNPR9blahInMaNcwKNdD81Gtu4c4GZjL5DPcyeR-Rt00XKg_o4iVyyqSy1ztQIojCKFI-j1GN4sccKm3eRFsEaC8kuUONCnt/w300-h400/MILAGRO+DE+LAS+VIRGENES+DE+LA+CARRETA+-+OBRA+DE+DOMINGO+GATTI_600x799.jpg" width="300" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-small;">Domingo Gatti. Milagro de las vírgenes de la carreta</span></i></td></tr></tbody></table><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /><span> </span>Cada vez que se
celebra la Misa de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la República Argentina,
escuchamos de boca del Señor Jesús esta indicación: “Aquí tienes a tu Madre”
(Jn 19, 27). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Es Cristo mismo
quien nos señala a María por Madre, quien nos impulsa hacia Ella. Como en los
tiempos de Isaías, es por orden divina que debemos mirar a esa Mujer: “El Señor
mismo les dará un signo: Miren, la Virgen está embarazada y dará a luz a un
hijo a quien llamarán con el nombre de Emanuel -Dios con nosotros-” (Is 7, 14).
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">En efecto, la
voluntad de Dios es que recibamos a esa Virgen en nuestra casa, como san José: “Al
despertar, José hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado: llevó a María
a su casa” (Mt 1, 24). Así se cumplió la profecía de Isaías y nació Cristo. También
hoy ésta es la manera de cumplir la voluntad de Dios para que Él se haga
presente “en medio de nosotros”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">El discípulo “a quien
él amaba” (Jn 19, 26), modelo de todo cristiano, hizo lo mismo que había hecho
san José: “desde aquella Hora, la recibió en su casa” (Jn 19, 27). En efecto,
dice la tradición que san Juan se ocupó de la Madre de Cristo, y cuando le tocó
salir a evangelizar, la llevó consigo a Éfeso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Sin embargo, este
evangelista no escribió literalmente “en su casa” (<i>en to oikía autoú</i>), sino
“<i>en ta ídia</i>”, expresión más amplia y profunda, que tiene que ver con lo
más propio de uno, que por supuesto incluye una <i>propiedad</i> inmueble -la casa-,
pero que alcanza la hondura de eso que es sólo de uno, lo más íntimo. De ahí
que muchas traducciones autorizadas lo digan así: “el discípulo la recibió <i>como
suya</i>”.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVQK2fIpn4fGRryUz_jJmkwS9SMRj52K7wfWuIKyT4qHRRhtX_wJzbUq2FAi09F-foFDHkoVLxkZzEzkINfT_bP9LAUEavVTS8mmk0sUDKSaUARa1xztwYGZtTkzC9asT7WLJ7/s512/Negro+Manuel.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="478" data-original-width="512" height="374" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVQK2fIpn4fGRryUz_jJmkwS9SMRj52K7wfWuIKyT4qHRRhtX_wJzbUq2FAi09F-foFDHkoVLxkZzEzkINfT_bP9LAUEavVTS8mmk0sUDKSaUARa1xztwYGZtTkzC9asT7WLJ7/w400-h374/Negro+Manuel.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: justify;"> <span style="font-size: medium;"> Ahora
bien, cuando uno escucha esta Palabra del Señor el día de la Virgen de Luján,
es difícil no pensar en ese querido protagonista del milagro lujanero que es el
Negro Manuel. Él, de hecho, fue el discípulo amado que recibió de labios de un
patrón humano la orden del Amo divino: “Y dicho Rosendo dedicó un negro, llamado
Manuel, al culto de dicha Imagen”. Y, como casa él no tenía, la recibió “como
suya”.</span></div> <o:p></o:p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pienso,
pues, que en la vida del negrito Manuel podemos aprender cómo es el camino señalado
por Cristo en la cruz para vivir y morir como verdaderos discípulos suyos. El
punto de partida, la iniciativa, es de Dios. Y esto se lo ve en dos aspectos:
primero, en que el discípulo tiene el título de “amado” por el Señor: “No son
ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes” (Jn 15,
16). ¡Con qué claridad brilla esta sabia arbitrariedad de los amorosos caminos
de Dios en la oscuridad del esclavo Manuel! Dan ganas de gritar como Jesús en
Galilea: “¡Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado
estas cosas a los sabios y a los prudentes y las has revelado a los pequeños.
Sí, Padre, porque así lo has querido!” (Lc 10, 21). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Segundo, en que todo comienza con
una indicación divina, en este caso, de Cristo en la Cruz: “Aquí tienes a tu Madre”
(Jn 19, 27). La acción del discípulo amado es obedecer: escuchar y poner en práctica
las palabras de Jesús, que como él decía, no eran suyas, “sino de Aquel que me
envió” (Jn 7, 16).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Y
Jesús manda mirar y recibir a su Madre. Por eso, como enseñaba el Padre Tello,
no se trata de “A Cristo por María” sino, más bien, de “A María por Cristo”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La
segunda estación en este itinerario espiritual es aceptar a María como Madre
propia. Apropiarse de la Madre del Señor de manera que se le pueda decir “Madre
mía”. Esto ha tenido lugar “desde aquella Hora” (Jn 19, 27). Palabra clave en
el cuarto evangelio que Cristo usaba para referirse a la redención que realizó en
su pasión, muerte y resurrección. Por eso, en ese contexto, bien podríamos
decir que este pasar de María -de Madre de Jesús a Madre del
discípulo amado- es un anticipo y espejo de lo que Cristo le dirá a la Magdalena
en la mañana de la resurrección: “mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios
de ustedes” (Jn 20, 17). Cristo nos entrega todo lo que es suyo para que lo
hagamos nuestro.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt;"><span> </span>Ahora
bien, al mirar la vida de nuestro Negro Manuel, podemos percibir que ese
recibir a la Virgen “como suya” marcó el inicio de una relación de amor que,
como una cascada en la roca, fue labrando un hondo surco en corazón. Nos dicen
las antiguas crónicas, y lo corroboran documentos jurídicos, que treinta años
después del milagro de la carreta los descendientes de Rosendo reclamaron ser
los dueños de ese negro esclavo, quien siguiendo a la Virgen había abandonado su antigua estancia, mudándose a la de Doña Ana de Matos. Y que en el juicio, el negro Manuel se defendió diciendo:
“Soy de la Virgen, nomás”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH5SQTV1rW4V8qJ_vyhkFSAfl17FoOYSehu9iIUX2xmXjETIPOoVBcSKcwLji8lwfH5xo2wBApw0zs2RlaqxNY-Nt-jrQW5ArW1FceLHdbLhiQhJzbNoXRArkHKUgPxBk5WiPw/s288/Juan+Pablo+II+y+la+Virgen+de+Luj%25C3%25A1n.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="175" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH5SQTV1rW4V8qJ_vyhkFSAfl17FoOYSehu9iIUX2xmXjETIPOoVBcSKcwLji8lwfH5xo2wBApw0zs2RlaqxNY-Nt-jrQW5ArW1FceLHdbLhiQhJzbNoXRArkHKUgPxBk5WiPw/w243-h400/Juan+Pablo+II+y+la+Virgen+de+Luj%25C3%25A1n.jpg" width="243" /></a></span></div><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En
esa frase, que constituye todo su proceso de canonización, el negro Manuel demuestra
haber pasado del inicial “recibir a la Madre como suya” a ser él mismo “de Ella”.
Parece un sutil juego de palabras, pero expresa una transformación de fondo en
su persona. Tan radical es el cambio, que la acción cambia totalmente de
sujeto. Antes, la Virgen era de él; ahora, él es de la Virgen. El poseía la
imagen de la Virgen; ahora, es la Virgen quien por su imagen lo posee a él. Primero,
encontró en la Madre a su madre que había perdido; ahora, se confiesa su hijo. Al
comienzo, aprendió por necesidad el amor posesivo; al final, se brinda con generosidad
con amor desinteresado. Antes era por fuerza esclavo de los hombres; ahora se sabe
libremente esclavo de la Virgen Santísima.</span><p></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"></span></span></p><p></p></blockquote><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"></span><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span> </span>Pero
el Negrito Manuel nos viene a recordar, además, que ser esclavo de la Virgen (y
en Ella, de Dios) coincide con la máxima libertad humana. Manuel, en ese acto
de audaz autonomía frente a jueces y señores, impensable en alguien de su
condición, no dijo sólo que era “de la Virgen” sino que era “de la Virgen, nomás”.
Así declaraba solemnemente su absoluta libertad ante los hombres, que no había
leído en ningún panfleto libertario, sino aprendido interiormente mirando los amorosos
ojos de su única Ama, la Esclava del Señor.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Muchos años más acá,
otro hijo insigne de la Virgen, el Papa Juan Pablo II, confirmó con el lema mariano “Totus
tuus” (Soy todo tuyo), este camino de santidad que partiendo de la tercera palabra de Cristo en la cruz deriva naturalmente en la consagración a María.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Así, la vida
escondida y callada de Manuel, el fiel esclavo de la Virgen de Luján, nos
enseña cómo es el camino de todo cristiano, de todo “discípulo amado”. Llegar a
ser, en María (en la Iglesia), y como Ella, esclavos del Señor. Y así, en Ella,
y como Ella, “estremecernos de gozo en Dios”, ser para siempre “felices por haber
creído.” <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Creo que el Negro Manuel es germen y símbolo del pueblo argentino. En primer lugar, del pueblo humilde. ¿No es significativo el hecho de que tantos pobres empiezan comprando una virgencita en Luján para llevarla a su casa y terminan con la Virgen tatuada en su pecho? ¿No estarán así muchos de ellos expresando, sin palabras que decir, que han pasado de "tener la Virgen" a "ser de Ella", como el Negrito Manuel?. Pero no sólo de los pobres, pues también el pueblo organizado como nación ha nombrado oficialmente a la Virgen de Luján como patrona suya. Por eso pidámosle a Nuestra Señora de Luján, Madre de todos los
argentinos, que, como al negro Manuel, nos tome cada vez más el corazón, para que pasemos
de tenerla por nuestra a hacernos suyos, y así justamente seamos libres y
soberanos, no sólo de palabra sino de verdad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhElSSh-cyMPVvFF0OnqpjlFtmmDf-V4FFL7BHAGzk0In47GgIPCvZPs-E8YjntylrhUW3Q4yTUUOi3h7nYg6BtLKMf8oa6wIRPRS4Pd9ijcERyEENKnnHJL4-munKgaEplZcL9/s815/Negrito+Manuel+al+Cielo.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="757" data-original-width="815" height="594" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhElSSh-cyMPVvFF0OnqpjlFtmmDf-V4FFL7BHAGzk0In47GgIPCvZPs-E8YjntylrhUW3Q4yTUUOi3h7nYg6BtLKMf8oa6wIRPRS4Pd9ijcERyEENKnnHJL4-munKgaEplZcL9/w640-h594/Negrito+Manuel+al+Cielo.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-small;">El Negrito Manuel entra al Cielo. Detalle del mural frente a la estación terminal de colectivos, Luján.</span></i></td></tr></tbody></table><br /><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><br /></span><p></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-91515961791580642212021-03-15T15:04:00.002-03:002021-05-12T16:55:42.509-03:00A cuarenta años de la muerte del Padre Castellani<p style="text-align: justify;"><span> </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxvLV4XgTPcTUrU-6uLC_05uvRoNc-VZcvNCW4Da6tfBL2bVCW4aHaS75oLF0f_G_wJ4BgwKX1VuiR3JsZR91EzkCMtP21tynJe0gT7u8KlMyyPHlKLOyjk1AorfxKekOLS9XL/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img data-original-height="512" data-original-width="380" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxvLV4XgTPcTUrU-6uLC_05uvRoNc-VZcvNCW4Da6tfBL2bVCW4aHaS75oLF0f_G_wJ4BgwKX1VuiR3JsZR91EzkCMtP21tynJe0gT7u8KlMyyPHlKLOyjk1AorfxKekOLS9XL/w474-h640/image.png" title="Padre Leonardo Castellani" width="474" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: justify;"><span> </span>En homenaje al gran maestro, transcribo este inigualable poema, escrito -como él mismo lo explica en la introducción- inspirado en su admirado Kierkegaard, pero que (al igual que el verso "Quijotismo" que hemos otra vez publicado <a href="http://diosyayacucho.blogspot.com/search/label/P.%20Leonardo%20Castellani" target="_blank">aquí</a>) refleja para mí ese fuego del corazón del autor y que por eso me parece para el mejor a la hora de entender y celebrar su vida.</p><p style="text-align: justify;"><span> Asimismo, dejo una linda semblanza de su vida en este enlace: </span><span style="text-align: left;"><a href="https://www.infobae.com/cultura/2021/03/15/leonardo-castellani-el-gran-escritor-y-profeta-argentino-ausente-en-el-canon-de-nuestras-letras/">https://www.infobae.com/cultura/2021/03/15/leonardo-castellani-el-gran-escritor-y-profeta-argentino-ausente-en-el-canon-de-nuestras-letras/</a></span></p><div style="background-color: #fff3db; text-align: center;"><div style="color: #29303b; font-family: Georgia, "Times New Roman", sans-serif; text-align: left;"><span style="font-size: 13px; text-align: justify;"><i><b>El poema Jauja</b></i></span></div><div style="color: #29303b; font-family: Georgia, "Times New Roman", sans-serif; text-align: left;"><span style="font-size: 13px; text-align: justify;"><i><br /></i></span></div><div style="color: #29303b; font-family: Georgia, "Times New Roman", sans-serif; text-align: left;"><span style="font-size: 13px; text-align: justify;"><i>El año cincuenta – y, antes del 60 (no recuerdo la fecha) – acabé de leer meditadamente el gran tratado de Kirkegord “Posdata definitiva no científica a las Nonadas Filosóficas”, después de haber leído otras obras menores para alcanzar su comprensión. El libro me fascinó (o más elegante me impactó) de tal modo que ese mismo día escribí el poema kierkegordiano Jauja, el mejor de los míos (esto quizá no sea decir mucho) con una facilidad no ordinaria, como si alguien me lo dictase.</i></span></div><div style="text-align: left;"><span face="Georgia, "Times New Roman", sans-serif" style="color: #29303b; font-size: 13px;"><i><br /></i></span></div><span face="Georgia, "Times New Roman", sans-serif" style="color: #29303b; font-size: 13px; text-align: justify;"><div style="text-align: left;"><i>Uso allí la alegoría de un viaje arriscado por mar a una de las Islas Afortunadas para corporizar el “Itinerarium Mentis” del místico danés; como Fray Juan de Yepes usó la de una subida a la montaña, Santa Teresa el ingreso a la cámara más íntima de un palacio, el Inglés Bunyan el de un viaje a pie plagado de obstáculos y peripecias alegóricas; y así otros poetas místicos.</i></div></span><div style="text-align: left;"><span style="font-size: 13px;"><i><br /></i></span></div><i><span face="Georgia, "Times New Roman", sans-serif" style="color: #29303b; font-size: 13px; text-align: justify;"><div style="text-align: left;">La escrición del poema, que va aquí en apéndice, me dejó la impresión de que el danés me había ayudado, como se lo pedí, lo cual significaba que se había salvado y estaba con Dios, lo cual se puede tener por superstición (y Uds. caros lectores pueden tenerlo) pero en mí es convicción soberana.</div></span><span face="Georgia, "Times New Roman", sans-serif" style="color: #29303b; font-size: 13px; text-align: justify;"><div style="text-align: left;">El poema comienza:</div></span></i><br style="font-size: 13px; text-align: justify;" /><br style="font-size: 13px; text-align: justify;" /></div><div style="background-color: #fff3db; color: #29303b; font-family: Georgia, "Times New Roman", sans-serif; text-align: center;"><span style="font-size: 16.9px;"><strong><br /></strong></span></div><div style="background-color: #fff3db; color: #29303b; font-family: Georgia, "Times New Roman", sans-serif; text-align: center;"><span style="font-size: 16.9px;"><strong>JAUJA</strong></span></div><div style="background-color: #fff3db; color: #29303b; font-family: Georgia, "Times New Roman", sans-serif; text-align: center;"><span style="font-size: 16.9px;"><b><br /></b></span><span style="font-size: 16.9px;"></span><span style="font-size: 13px;">*</span><br /><span style="font-style: italic;">Yo salí de mis puertos tres esquifes a vela</span><br /><span style="font-style: italic;">Y a remo a la procura de la Isla Afortunada</span><br /><span style="font-style: italic;">Que son trescientas islas, mas la flor de canela</span><br /><span style="font-style: italic;">De todas es la incógnita que denominan Jauja</span><br /><span style="font-style: italic;">Hirsuta, impervia al paso de toda carabela</span><br /><span style="font-style: italic;">La cedió el Rey de Rodas a su primo el de León</span><br /><span style="font-style: italic;">Solo se aborda al precio de naufragio y procela</span><br /><span style="font-style: italic;">Y no la hallaron Vasco de Gama ni Colón.</span><br /><span style="font-style: italic;">*</span><br /><span style="font-style: italic;">Rompí todas mis cosas implacable exterminio</span><br /><span style="font-style: italic;">Mi jardín con sus ramos de cedrón y de arauja</span><br /><span style="font-style: italic;">Mis libros de Estrabonio de Plutarco y de Plinio</span><br /><span style="font-style: italic;">Y dije que iba a América, no dije que iba a Jauja.</span><br /><span style="font-style: italic;">Pinté verdes los cascos y los remos de minio</span><br /><span style="font-style: italic;">Y las velas como alas de halcón y de ilusión</span><br /><span style="font-style: italic;">Quedé sin rey ni patria, refugio ni dominio</span><br /><span style="font-style: italic;">Mi madre y su pañuelo llorando en el balcón.</span><br /><span style="font-style: italic;">*</span><br /><span style="font-style: italic;">Muchas veces la he visto, diferentes facciones,</span><br /><span style="font-style: italic;">Diferentes lugares, siempre la misma Jauja</span><br /><span style="font-style: italic;">Sus árboles, sus frondas floridas, sus peñones</span><br /><span style="font-style: italic;">Sus casas, maderamen del más perito atauja.</span><br /><span style="font-style: italic;">Su señuelo hechicero de aromas y canciones</span><br /><span style="font-style: italic;">Enfervecía el celo de mi tripulación,</span><br /><span style="font-style: italic;">Mas desaparecían sus mágicas visiones</span><br /><span style="font-style: italic;">Apenas la ardua proa tocaba el malecón.</span><br /><span style="font-style: italic;">*</span><br /><span style="font-style: italic;">La he visto entre las brumas, la he visto en lontananza</span><br /><span style="font-style: italic;">A la luz de la luna y al sol de mediodía</span><br /><span style="font-style: italic;">Con sus ropas de novia de ensueño y esperanza</span><br /><span style="font-style: italic;">Y su cuerpo de engaño decepción y folia.</span><br /><span style="font-style: italic;">Esfuerzo de mil años de huracán y bonanza</span><br /><span style="font-style: italic;">Empresa irrevocable pues no hay volver atrás</span><br /><span style="font-style: italic;">La isla prometida que hechiza y que descansa</span><br /><span style="font-style: italic;">Cederá a mis conatos cuando no pueda más.</span><br /><span style="font-style: italic;">*</span><br /><span style="font-style: italic;">Surqué rabiosas aguas de mares ignorados</span><br /><span style="font-style: italic;">Cabalgué sobre olas de violencia inaudita</span><br /><span style="font-style: italic;">Sobre mil brazas de agua con cascos escorados</span><br /><span style="font-style: italic;">Recorrí la traidora pampa que el sol limita.</span><br /><span style="font-style: italic;">Desde el cabo de Hatteras al golfo de Mogados</span><br /><span style="font-style: italic;">Dejando atrás la isla que habitó Robinson</span><br /><span style="font-style: italic;">Con buena cara al tiempo malo y trucos osados</span><br /><span style="font-style: italic;">Al hambre y los motines de la tripulación.</span><br /><span style="font-style: italic;">*</span><br /><span style="font-style: italic;">Me decían los hombres serios de mi aldehuela</span><br /><span style="font-style: italic;">“Si eso fuera seguro con su prueba segura</span><br /><span style="font-style: italic;">También me arriesgaría, yo me hiciera a la vela</span><br /><span style="font-style: italic;">Pero arriesgarlo todo sin saber es locura...”</span><br /><span style="font-style: italic;">Pero arriesgarlo todo justamente es el modo</span><br /><span style="font-style: italic;">Pues Jauja significa la decisión total</span><br /><span style="font-style: italic;">Y es el riesgo absoluto, y el arriesgarlo todo,</span><br /><span style="font-style: italic;">Es la fórmula única para hacerla real.</span><br /><span style="font-style: italic;">*</span><br /><span style="font-style: italic;">Si estuviera en el mapa y estuviera a la vista</span><br /><span style="font-style: italic;">Con correos y viajes de idea y vuelta y recreo</span><br /><span style="font-style: italic;">Eso sería negocio, ya no fuera conquista</span><br /><span style="font-style: italic;">Y no sería Jauja sino Montevideo.</span><br /><span style="font-style: italic;">Dar dos recibir cuatro, cosa es de petardista,</span><br /><span style="font-style: italic;">Jauja no es una playa-Hawaii o Miramar.</span><br /><span style="font-style: italic;">No la hizo un matemático sino el Gran Novelista</span><br /><span style="font-style: italic;">Ni es hecha sino para marineros de mar.</span><br /><span style="font-style: italic;">*</span><br /><span style="font-style: italic;">Las gentes de los puertos donde iba a bastimento</span><br /><span style="font-style: italic;">Risueñas me miraban pasar como a un tilingo</span><br /><span style="font-style: italic;">Yo entendía en sus ojos su irónico contento</span><br /><span style="font-style: italic;">Aunque nada dijeran o aunque hablaran en gringo.</span><br /><span style="font-style: italic;">Doncellas que querían sacarme a salvamento</span><br /><span style="font-style: italic;">Me hacían ojos dulces o charlas de pasión</span><br /><span style="font-style: italic;">La sangre se me alzaba de sed o sentimiento</span><br /><span style="font-style: italic;">Mas yo era como un Sísifo volcando su peñón.</span><br /><span style="font-style: italic;">*</span><br /><span style="font-style: italic;">Busco la isla de Jauja, sé lo que busco y quiero</span><br /><span style="font-style: italic;">Que buscaron los grandes y han encontrado pocos</span><br /><span style="font-style: italic;">El naufragio es seguro y es la ley del crucero</span><br /><span style="font-style: italic;">Pues los que quieren verla sin naufragar, son locos</span><br /><span style="font-style: italic;">Quieren llegar a ella sano y limpio el esquife</span><br /><span style="font-style: italic;">Seca la ropa y todos los bagajes en paz</span><br /><span style="font-style: italic;">Cuando sólo se arriba lanzando al arrecife</span><br /><span style="font-style: italic;">El bote y atacando desnudo a nado el caz.</span><br /><span style="font-style: italic;">*</span><br /><span style="font-style: italic;">Busco la isla de Jauja de mis puertos orzando</span><br /><span style="font-style: italic;">Y echando a un solo dado mi vida y mi fortuna;</span><br /><span style="font-style: italic;">La he visto muchas veces de mi puente de mando</span><br /><span style="font-style: italic;">Al sol de mediodía o a la luz de la luna.</span><br /><span style="font-style: italic;">Mis galeotes de balde me lloran ¿cuándo, cuándo?</span><br /><span style="font-style: italic;">Ni les perdono el remo, ni les cedo el timón.</span><br /><span style="font-style: italic;">Este es el viaje eterno que es siempre comenzando</span><br /><span style="font-style: italic;">Pero el término incierto canta en mi corazón.</span><br />*<br /><strong>Oración</strong><br /><strong></strong>*<br />Gracias te doy Dios mío que me diste un hermano<br />Que aunque sea invisible me acompaña y espera<br />Claro que no lo he visto, pretenderlo era vano<br />Pues murió varios siglos antes que yo naciera<br />Mas me dejó su libro que, diccionario en mano,<br />De la lengua danesa voy traduciendo yo<br />Y se ve por la pinta del fraseo baquiano<br />que él llegó, que él llegó.<br /><br /><div style="text-align: right;"><strong style="font-size: 13px;"><em>Leonardo Castellani</em></strong></div></div><div style="background-color: #fff3db; color: #29303b; font-family: Georgia, "Times New Roman", sans-serif; text-align: right;"><span style="font-size: 13px;">(del apéndice de la obra “De Kirkegord a Tomás de Aquino”.</span></div><div style="background-color: #fff3db; color: #29303b; font-family: Georgia, "Times New Roman", sans-serif; text-align: right;"><span style="font-size: 13px; text-align: center;">Extraído del blog: padreleonardocastellani.blogspot.com</span><span style="font-size: 13px;">)</span></div><div style="background-color: #fff3db; color: #29303b; font-family: Georgia, "Times New Roman", sans-serif; text-align: right;"><span style="font-size: 13px;"><br /></span></div><div style="background-color: #fff3db; text-align: center;"><br /></div>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-74468387427569483142020-11-02T12:17:00.013-03:002020-11-02T14:51:28.820-03:00¿El prójimo contra Dios?<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; line-height: 107%;"><i>Una
de las más persistentes malas costumbres litúrgicas (en realidad,
paralitúrgicas) de nuestras misas vernáculas la constituyen los “guiones”,
sobre todo cuando se dedican no a dar oportunas moniciones (“nos ponemos de
rodillas”, p. ej.) sino a traducir a los fieles, en confusos circunloquios, lo que la Palabra de Dios dirá
claramente segundos después.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; line-height: 107%;"><i>Pero bueno, a veces sirven. Como me sirvió el que escuché en la misa del
sábado pasado, cuando me disponía a proclamar el Evangelio. En efecto, la
mentada introducción terminaba sentenciando: “el amor a Dios no es otra cosa
que el amor al prójimo”. Frase rotunda y chocante que me dio pie para
improvisar un sermón bastante diferente al que me traía pensado.</i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;">¿Se
puede decir que el amor a Dios es, sin más, el amor al prójimo? Y parece que
no. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En primer lugar, porque lo contradice
el mismo Señor en el Evangelio: <i>“Los fariseos, cuando oyeron que
había hecho callar a los saduceos, se juntaron a consejo; y le preguntó uno de
ellos, que era doctor de la Ley, para ponerlo a prueba: Maestro, ¿cuál es el
mandamiento más grande de la Ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor, tu Dios, con
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todo tu espíritu. Éste es el mayor y
el principal mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la Ley y los Profetas”</i>
(Mt 22, 34-40, Domingo XXX durante el año, ciclo A).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Jesús, a la pregunta por “el”
mandamiento más grande, responde con dos, a los que enlaza sin dudas para
siempre (porque “lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre”). Sin embargo,
en su respuesta no los unifica propiamente, sino que afirma que son dos (“de
estos dos mandamientos…”), llamando a uno “primero” y a otro “segundo”. Todavía
más: para que no queden dudas de que el orden entre ellos le importa, después
de enunciar el primero agrega: “Este es el más grande y el principal
mandamiento”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Así, Cristo sintetiza el Decálogo
promulgado por Moisés con un mandamiento que comprende los tres primeros
mandatos referidos al amor a Dios (primera tabla) y otro que resume los siete
restantes del amor al prójimo (segunda tabla). Por eso, dice que “toda la Ley y
los Profetas”, es decir, toda la Escritura, depende de estos dos mandamientos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Al unir así el primer mandamiento,
tomado del “Escucha, Israel…” (Dt 6, 5), con el que él llama segundo, citado
del Levítico (19, 8), Jesús da a entender que no se pueden separar -hablando en
cristiano- el amor a Dios del amor al prójimo. Es decir, no se puede dar el
amor a Dios sin el amor al prójimo. Como no se puede dar una fe viva sin obras:
“de la misma manera que sin su espíritu, el cuerpo está muerto, así también,
sin obras, está muerta la fe” (Sant 2, 26). La formulación más clara y
contundente de esta enseñanza cristiana la hizo San Juan en su primera Carta:
“el que dice: yo amo a Dios, y odia a su hermano, es un mentiroso, pues el que
no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve” (cf. 1 Jn
4, 20).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; line-height: 107%;"><span style="font-size: 12pt;"> </span><span style="font-size: 12pt;"> </span><span style="font-size: 12pt;"> Como ésta de San Juan, todas las enseñanzas del Nuevo Testamento que insisten un poco unilateralmente en el amor al prójimo son enseñanzas dirigidas a comunidades de fieles cristianos, es decir, que dan por supuesta y resabida la primacía del amor a Dios, para advertirles del riesgo de cerrarse en si mismos o de desentenderse del amor concreto a los pobres. En esta línea se inscriben la parábola del buen samaritano, la parábola del juicio final de Mt 25, el mandamiento nuevo, o la lapidaria frase de San Pablo: "Toda la Ley alcanza su plenitud en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Ga 5, 14). </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Ahora bien, no se pueden leer estas enseñanzas desde el pretendido "nuevo paradigma" de "Dios ha muerto"... Leer la Biblia sin fe es siempre sacarla de contexto, pues todo lo que allí está ha sido escrito desde la fe y para la fe. No es legítimo ni honesto interpretar estas enseñanzas evangélicas desde una perspectiva meramente filantrópica o de fraternidad naturalista o intramundana. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span> </span><span> </span>Digámoslo una vez más: no puede deducirse de aquí que el amor de Dios sencillamente se identifique con
el amor a los hermanos. Si es cierto que no puede haber amor a Dios sin amor al prójimo, también lo es que no
cualquier amor al prójimo expresa o supone el amor a Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> <span> </span></span>A mi ver, esta confusión no es sino una manifestación más de la tragedia mayor de nuestro tiempo: se ha reemplazado la
primacía de Dios por la primacía del hombre. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;"> Pero aun suponiendo
que sea inocente, no es inocuo decir que el amor a los hermanos es, sin más, el
amor a Dios.<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;">La
fe, el culto, el martirio<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> <span> </span></span>Si así fuera, ¿para qué siguen estando
en las enseñanzas de Cristo la fe, el culto, la religión misma? Bastaría con
amar al otro para honrar a Dios. La única liturgia sería la caridad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Pero
no: Dios pide ser amado directamente, por sí mismo. Él es un Dios personal y
quiere ser conocido y amado personalmente. Quiere el homenaje de nuestra fe, de
nuestra confianza y sumisión a él. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;">A
Cristo no le es indiferente que creamos o no en él. La fe lo conmueve: “Mujer,
¡qué grande es tu fe!” (Mt 15, 28), “Les aseguro que en ninguna persona de
Israel he encontrado una fe semejante” (Mt 8, 10), “Al ver la fe de esos hombres”
(Mc 2, 5), como lo conmueve su ausencia: “Hombres de poca fe” (Mt 15, 8) “, ¿Cómo puede ser que no tengan fe?” (Mc 4, 40) “Y se asombraba de su falta de
fe” (Mc 6, 6), “Les reprochó su incredulidad” (Mc 16, 14). La fe es
determinante para la salvación: “Tu fe te ha salvado” (Lc 19, 42). Tan es así
que al dar la misión a los Once antes de ser elevado al Cielo, Jesús los manda
a predicar el Evangelio a todos, de modo que “el que crea y se bautice, se
salvará; el que no crea, se condenará” (Mc 16, 16). Y la fe, finalmente, es el
fruto que volverá a cosechar en su Segunda Venida: “Pero cuando venga el Hijo
del hombre ¿encontrará la fe sobre la tierra?” (Lc 18, 8). Lo dice cabalmente
la Carta a los Hebreos: “Sin la fe es imposible agradar a Dios” (Heb 11, 6).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Los
evangelios, además, nos enseñan a demostrar esa fe y amor a Cristo con actos de
culto cuando nos dice, por ejemplo, que los discípulos “se prosternaron delante
de él diciéndole: Verdaderamente, tú eres Hijo de Dios” (Mt 14, 33) o que lo
aclamaron junto con la multitud al entrar en Jerusalén (cf. Lc 19, 28-40), o que
se postraron ante él al momento de la Ascensión (cf. Lc 24, 51). La
complacencia expresa del Señor ante estos actos de adoración a su persona está
en la respuesta tajante que da a Judas, quien reprochaba a santa María
Magdalena el derroche de su unción con la excusa de la beneficencia a los
pobres (cf. Jn 12, 3-8), lo mismo que cuando refiriéndose a ella declaró:
“María eligió la mejor parte, que no le será quitada” (Mt 10, 42).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Es
más. Dios quiere que lo amemos más que a nuestra propia vida (por eso no dice:
“ama al Señor tu Dios como a ti mismo” pues pide que lo amemos más que a
nosotros mismos). Jesús estaba enseñando que él era Dios cuando pedía lo mismo:
“el que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama
a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí […] el que pierda a su
vida a causa de mí, la asegurará” (Mt 11, 37. 39). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-AR" style="font-family: times; font-size: 12pt; line-height: 107%;">Por
eso Jesús, que es el modelo del “hombre nuevo”, ofrece su vida hasta la muerte
en obediencia amorosa a Dios su Padre. “Padre, si quieres apartar de mí esta
copa…, pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Lc 22, 42). “Padre, a tus
manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46). Amó a Dios más que a su vida. Y
“siguiendo sus huellas” (1 Pe 2, 21) los Apóstoles murieron mártires:
derramaron su sangre por amor a Jesucristo, su Dios y su Señor. Todos los
gloriosos mártires de la Iglesia nos enseñan, existencialmente, la importancia del
primer mandamiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Dicho esto, nunca debemos olvidar que la primacía de Dios consiste en
primer lugar, en que “Él nos amó primero” (1 Jn 4, 19). El mandamiento nuevo
que el Señor da en la Última Cena después del lavatorio de los pies: “ámense
los unos a los otros como yo los he amado” (Jn 13, 34) es nuevo porque brota,
como de su fuente, de su propia entrega en la Cruz, que es “el amor más
grande”, el de quien “da la vida por los amigos” (Jn 15, 13). “Esto es el amor:
no que nosotros hayamos amado a Dios, sino Dios que nos ha amado a nosotros, y
nos ha enviado a su Hijo como víctima de expiación por nuestros pecados” (1 Jn
4, 10). Por eso, la caridad -como la fe y como el culto- es una gracia, un don sobrenatural. No se puede
amar sino permaneciendo en el amor de Cristo, como los racimos a la parra,
porque nos dice: “Sin mí, no pueden hacer nada” (Jn 15, 6). Por eso, como</span><span style="font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"> dice Benedicto
XVI: “el amor puede ser mandado, porque antes es dado” (</span><i style="font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">Deus Caritas est</i><span style="font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">,
14).</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times;"><span style="font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></span></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-47358073961607696462020-10-30T22:12:00.008-03:002020-11-02T12:34:10.595-03:00La parábola de la bandera robada<p style="text-align: center;"><i><b><span style="font-family: times; font-size: medium;">Praefatium praeparabolicum</span></b></i></p><p><i style="font-size: 12pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: times;"><span> <span> </span><span> </span></span>Cuando era chico, a los partidos de fútbol acudían
“hinchas” no solamente del equipo local, sino también del visitante. Ir a la
cancha era una fiesta. Y no sólo por poder ver en vivo y en directo un partido,
sino por el espectáculo de cinco sentidos que la rivalidad entre las dos
hinchadas desplegaba antes y durante el encuentro. Los colores, la profusión de
papelitos y cintas, los bombos y trompetas, las bengalas luminosas, el olor de
los petardos humeantes y el ingenio de los estribillos hirientes que las
opuestas tribunas alternaban constituía -sobre todo en los “clásicos”- un
programa tanto o más cautivante que el deporte mismo que se disputaba allá
abajo. Parece mentira tener que contarlo, pero así ha de ser.</span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: times;"><i>Una de las hazañas más altas de la que una hinchada podía
ufanarse ante la barra rival era la de haberle robado la bandera. </i>“¡Le
afanamo’ la bandeeeeera, que la vengan a buscar!”<i> -cantaban en un delirio de
pasión, ostentando, entre todos los “trapos” propios, algunos del color contrario.</i></span><span style="font-family: Bookman Old Style, serif;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: times;"><i><br /></i></span></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinu9nzx-UEPN3YC9XlDwnDHBv5g9tSjGmUftp8iNYc2-bbgzMV9DrfGPirmBFjvF-U5TSOwlAsHFH6U8sUPU4V4zQpQKBjtVPn02joVAdyo3hcCStx9GiEO88OKiCKRkA_14__/s550/bandera-britanica.jpg" style="font-family: times; font-style: italic; margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center; text-indent: 47.2px;"><img alt="Bandera capturada a los ingleses en la Reconquista de Buenos Ayres. Iglesia de Santo Domingo, Buenos Ayres." border="0" data-original-height="450" data-original-width="550" height="262" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinu9nzx-UEPN3YC9XlDwnDHBv5g9tSjGmUftp8iNYc2-bbgzMV9DrfGPirmBFjvF-U5TSOwlAsHFH6U8sUPU4V4zQpQKBjtVPn02joVAdyo3hcCStx9GiEO88OKiCKRkA_14__/w320-h262/bandera-britanica.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-small;">Bandera de los invasores ingleses capturada en la Reconquista (12 de agosto de 1806).<br />Iglesia de Santo Domingo, Buenos Ayres.</span></i></td></tr></tbody></table><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><b><br />La bandera robada</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">-Escuche entonces, m' hijo, lo que pasó una vez entre los dos
equipos de Villa Nosei, en el profundo conurbano porteño.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Dos veces al año, Villa Nosei se revolucionaba con
ocasión del clásico vernáculo. Deportivo Nosei, viejo club del barrio cercano a
la estación que los inmigrantes “gallegos” habían fundado en los albores del
siglo XX, se enfrentaba al Club Fonavi, cuya cancha quedaba en medio del barrio
de “monoblocks” allende las vías. Los del “Depo” tenían en su camiseta los
colores de España; la casaca de Fonavi, en cambio, era verdirroja, dizque en
honor a San Jorge, patrono de la capilla del barrio. Con los años, y a medida
que se fueron integrando los habitantes de uno y otro sector de Villa Nosei, la
conciencia del origen de ambos clubes fuese desdibujando, de modo que se podía
decir que la mitad de los noseienses era simpatizante del Depo y la otra mitad
del Fonavi, fueran o no de los “monoblocks”. Huelga aclarar que antes que nada
todos eran de Boca o de River…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Un día, después de una noche de sudestada furiosa, las
puertas de la sede social de Deportivo Nosei amanecieron violadas. Sin embargo,
las vitrinas de vidrios biselados con los viejos trofeos estaban intactas. Las
arcas -perennemente exiguas- del clubcito, indemnes. No faltaba nada. Sólo
supieron lo que había pasado meses después, a pocos días del consabido clásico.
Al ingresar al cuartito del fondo de la cancha los muchachones de la barra
descubrieron que les habían robado todas las banderas del club. No habían
dejado ni una. Y para colmo, en las paredes y suelo de la mentada piecita
habían tenido el malgusto de pintar frases soeces con alguna viscosa pintura
marrón... La ofensa estaba consumada. No había tiempo de mandarlas a hacer
nuevas antes del encuentro. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Ese domingo fue memorable para unos y otros. El partido
se jugaba, para peor, en el modesto estadio del “Depo” Nosei. Los “fonaveros”
esperaron el momento justo para desplegar las banderas ajenas y provocaron una
explosión de euforia en las tribunas. En los “trapos” más grandes habían
escrito ingeniosas afrentas, las más de ellas irreproducibles. Para la fausta ocasión
habían creado decenas de canciones alusivas al robo más feliz de la historia
del barrio. La única repetible que recuerdo, compuesta con la música de “Mi
hermanito toca el piano...”, decía algo así:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">¿Por qué, amigo “depo”-tudo,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">vas a la comisaría?<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">-Para que a nuestras banderas<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><i><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">las cuide la Policía.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Fue tal la fiesta de ese
domingo que los “fonaveros” ni se fijaron en el resultado del partido, que fue
goleada cuatro a cero del Deportivo Nosei. El botín era demasiado grande para
que su usufructo se agotara el día del clásico. De modo que el domingo
siguiente, y el subsiguiente, y el otro, de local o visitante, fuera quien
fuese el contrincante, la barra del club monobloquero comenzó a llevar
religiosamente sus trofeos de guerra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Era tan contundente el efecto que producía en los
estadios el ensayado ritual de desplegar los hispánicos colores del archirrival
en las tribunas de “Fonavi” que los propios hinchas no sólo se fueron
acostumbrando a desplegar toda esa cantidad de insignias malhabidas, sino que
insensiblemente empezaron a amar esos colores. Los pibes más chicos creían que
esas banderas también eran de su cuadro. Como si existiera también en el mundo
de las banderas algo así como una “camiseta suplente”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Al cumplirse diez años del glorioso hurto, la comisión directiva
les compró a los jugadores una casaca conmemorativa con los colores usurpados,
y en adelante empezaron a utilizarla también en el clásico, considerando doble
la victoria si en el sorteo le tocaba al Deportivo Nosei la humillación de usar
la suplente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Así, lo que empezó siendo una afrenta dirigida al equipo
contrario devino en signo de orgullo, y sin saber bien cómo ni cuándo los gorros
y banderas españoles fueron ganando lugar en los corazones y en los tablones… </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Unos
años más tarde, en el Fonavi nadie se acordaba de sus colores originarios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">Y colorado, colorín, esta parábola llegó a su fin.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">-¿Ya está? </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">-Sí, pue, m' hijo.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">-Malísima. ¿Y entonces?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">-Cuidado, m’ hijo, con aficionarse a levantar banderas
ajenas. Y más si tienen palabras grandes y bonitas, como “libertad”, “igualdad”, o
“fraternidad”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">- ...</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Bookman Old Style",serif; font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES;">-Hay que bancar los trapos, pibe.</span></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-37810205140828184982020-10-13T20:35:00.000-03:002020-10-13T20:35:49.138-03:00Una lectura recomendada<p>Se trata de una obrita de fácil lectura y severo rigor teológico, en la que el entonces joven teólogo Josef Ratzinger, actual Papa emérito Benedicto XVI. compara el concepto cristiano de fraternidad, tal como surge de los textos bíblicos y de la Tradición, y lo compara con y distingue de los ideales de fraternidad no cristianos, tal como el surgido de la Ilustración y hecho bandera por la Revolución Francesa.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVFepFE51WnltOlX6gy8JyUM6NmWnE_OmuJIu3_FrWa-7FRIy3ISAgSaeYLgAobogMvI5GGtAjsKPDbJ9IwzdHzvIxjIrpJJXKiPMUJx6ggww_lvbrXtmBmAlmRtJg1oaMHNcz/s950/veim-018-2015.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="950" data-original-width="611" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVFepFE51WnltOlX6gy8JyUM6NmWnE_OmuJIu3_FrWa-7FRIy3ISAgSaeYLgAobogMvI5GGtAjsKPDbJ9IwzdHzvIxjIrpJJXKiPMUJx6ggww_lvbrXtmBmAlmRtJg1oaMHNcz/s320/veim-018-2015.jpg" /></a></div><br /><p>La editorial presenta una mínima recensión <a href="http://www.sigueme.es/libros/la-fraternidad-de-los-cristianos.html" target="_blank">aquí</a>.</p><p><br /></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-15457488351355531742020-08-17T12:44:00.005-03:002020-08-17T18:20:26.887-03:00Padre Julián Zini, la palabra del pueblo chamamecero<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaRYmttaoePt4UWTgNrlwAPogEhE1a5GbaZr5l0iWPU0IvuymmbJybE6GxH9pOC51WcfCKaZ9sPHYMiXRqg5-xPpki4w_Xc8xkXdkvklwQThQBhtdSnoN9ctvvUsv9ZZta2xlN/s512/Padre+Juli%25C3%25A1n+y+la+Itat%25C3%25AD.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="341" data-original-width="512" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaRYmttaoePt4UWTgNrlwAPogEhE1a5GbaZr5l0iWPU0IvuymmbJybE6GxH9pOC51WcfCKaZ9sPHYMiXRqg5-xPpki4w_Xc8xkXdkvklwQThQBhtdSnoN9ctvvUsv9ZZta2xlN/s0/Padre+Juli%25C3%25A1n+y+la+Itat%25C3%25AD.jpg" /></a></div><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"><br /></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px; text-align: justify;">Ayer, justo después de haber compartido la Misa y unos mates amargos y pastelitos caseros en su casa, un amigo mercedeño me llamó para darme la triste noticia de la muerte del Padre Julián Zini. Enfermo de cáncer, venía preparándose para su viaje al Cielo desde hace unos años. </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px; text-align: justify;">El Pa'í Julián era un genio. Sacerdote de la diócesis de Goya y discípulo de su obispo Alberto Devoto, le regaló a la Iglesia de la Argentina todo su arte en el empeño de que la liturgia se nutriera de las raíces culturales de esta tierra. Asociándose con excelentes compositores, creó cientos de canciones con ritmo de chamamé, rasguido doble o valseado expresando los anhelos de su generación por estar más cerca de los pobres, ser más sencillos y humanos y mostrar así más fielmente el rostro de Dios hecho hombre. Esas canciones todavía hoy son comunes incluso en ámbitos urbanos y no litoraleños: "Qué lindo llegar cantando", "Dios Familia", "Queremos, ser, Señor" son algunos ejemplos de su enorme obra al servicio del Pueblo de Dios.</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px; text-align: justify;">Pero sin abandonar nunca del todo esa veta, y siguiendo seguramente las enseñanzas del P. Tello -a quien tenía por maestro-, el Padre Zini comenzó a ahondar en el sepultado cauce de la cultura popular criolla de sus correntinos, descubriendo y valorando en ella la fe profundísima sembrada antaño por franciscanos y jesuítas, que había fecundado, sin eclipsar sus riquezas, el modo de ser guaraní: una cultura siempre combatida y que asombraba por su inagotable capacidad de resistir y reinventarse. Entonces se entregó con toda la seriedad de su sacerdocio al estudio de esas raíces, tanto en los libros como en el campo... Y, de acercarse tantos años a su pueblo con mirada atenta y corazón amante, nació esa capacidad única del Padre Julián para ponerle palabras a esos criollos a quienes, por haberles cortado la lengua, por haberles "podado el idioma -porque hablar el guaraní fue y es pecado, porque es <i>cosa de menchos, guarangada</i>-" (cf. J. Zini, "Patria chica amada") sólo sabían expresarse en el baile y el <i>zapucai. </i>Para musicalizar sus versos se asoció con talentosísimos jóvenes de entonces, hoy clásicos del género, que abrieron nuevos horizontes en la música correntina: fundamentalente el gringo Sheridan y Tito Gómez de Los de Imaguaré, y Mario Bofill. Desde hace décadas, el nombre del Padre Zini es sencillamente insoslayable en la cultura chamamecera, como lo es en el culto a la Virgen de Itatí (ningún devoto ignora "Peregrino de la Esperanza" o "María Itatí") o del Gaucho Antonio Gil. </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px; text-align: justify;">Yo he visto, con mis propios ojos, a uno de esos tantos menchos desterrados en el conurbano porteño derramar lágrimas silenciosas al escuchar, desde el fondo de una plaza suburbana, los versos de "Avío del alma" en un festival. Ese día supe que Julián Zini, sacerdote de Dios para su pueblo, había logrado, cabalmente, su más querido propósito.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8mckeJ0mWU3VCHpFuW1OTfMpBJsDlGnrOix3JEUjyFPX_3jOeEDMRQ8nZGHU07kxEV933K3FSsETkr-IUhrVi4wDITPIQRaWfIgiR8Reregwmj-nIH4BglVS9OLBSB2e8YL5u/s4000/Con+el+Padre+Zini.JPG" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="368" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8mckeJ0mWU3VCHpFuW1OTfMpBJsDlGnrOix3JEUjyFPX_3jOeEDMRQ8nZGHU07kxEV933K3FSsETkr-IUhrVi4wDITPIQRaWfIgiR8Reregwmj-nIH4BglVS9OLBSB2e8YL5u/w489-h368/Con+el+Padre+Zini.JPG" title="Gracias, padre Julián, y rezá para que no nos desviemos de tu huella" width="489" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>¡Gracias, padre Julián! ¡Que la Virgen de Itatí te reciba en su fiesta sin fin!</i></td></tr></tbody></table><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"><br /></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">Dejo uno de los últimos versos del P. Julián, y una larga entrevista, con chamamé incluido, de hace apenas unos meses, en la que no falta nada.</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"><em><b> <span style="font-size: x-large;"> Cháke</span></b></em></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">¿Quién iba a decir, <i>ch'amigo</i>, </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">que algo así podría pasar?</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">¿Quién inventó la pandemia </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">y su triste mortandad?</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">¿La madre naturaleza </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">o la misma humanidad?</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">Pensalo, y no tengas miedo </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">que es la peor enfermedad.</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">Sí, señor, me quedo en casa,</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">para cuidarme y cuidar </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">a los míos y al que pase </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">la misma necesidad. </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">No hay mal que por bien no venga </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">dice un antiguo refrán,</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">necesito reaprender </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">un poco de humanidad.</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">Se dice y todos sabemos </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">en el campo y la ciudad,</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">que hay dos vacunas que el pueblo </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">tendrá que ponerse ya:</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">la prevención que nos mandan</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">y la solidaridad:</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">que nadie se salva solo,</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">te salvás con los demás.</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">Pero, </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">disculpen si desconfío </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">como el gallo <i>sacuapé</i>:</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">siento que me están robando </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">mi propio modo de ser.</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">Me prohibieron el abrazo, </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">la reunión y el <i>ñemboé</i>.</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">La fiesta y el bailar juntos, </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">que es prohibir el chamamé... </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">Por favor no se acobarden </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">por tanta necesidad:</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">salud, comida, trabajo,</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">familia, inseguridad...</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">Si el cuero es nuestro maestro </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">ya sabremos reinventar</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">un modo que nos convenga </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">de justicia y de igualdad.</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">Se dice y todos sabemos </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">en el campo y la ciudad,</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">que hay dos vacunas que el pueblo </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">tendrá que ponerse ya:</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">la prevención que nos mandan </p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">y la solidaridad:</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">que nadie se salva solo,</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;">te salvás con los demás.</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"> <i>Julián Zini, 2020.</i></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"><b><span style="font-size: small;">GLOSARIO GUARANÍ</span></b>:</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"><i>¡Chake! </i>¡Cuidado!</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"><i>Ch'amigo </i>Mi amigo</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"><i>sacuapé </i>tuerto</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"><i>ñembo'é </i> rezo</p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"></p><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/SYTja5DbN14" width="320" youtube-src-id="SYTja5DbN14"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="background-color: white; border: none; color: #282828; font-family: "open sans"; font-size: 16px; font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 28px; margin: 0px 14px 14px; padding: 0px;"><br /></p>Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-70249669538533460532020-06-20T19:44:00.003-03:002020-06-25T11:34:41.153-03:00A doscientos años de la muerte del Gral. Belgrano<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
Hoy se cumplen nada menos que doscientos años de que Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano murió en Buenos Ayres, ciudad donde había nacido. Vayan para homenajear en su día al Padre de nuestra Bandera unos lindos e ingenuos versos que el sacerdote escolapio Teodoro Palacios, español de nacimiento pero argentino de adopción, escribió para los alumnos de nuestra Patria. Agradezco a mi amigo el P. Javier que de chico los aprendió y recitó en su escuela, y ahora los rescató del olvido. Prueba de las bondades que al corazón han hecho, hacen y harán las poesías aprendidas de memoria. ¡Viva la Patria!</div>
<span style="color: white; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span><span style="background-color: #3d85c6; color: white; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="background-color: #3d85c6; color: white; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3ehE1Ab3KEAQaQoeujezB7GwD-tpB1l0G1-rtgCIkIbJ8B2sdTjcDD049sBqv2BfKpSdA8oL7190QF3WPlt_M2D_VeUvvv5Vw30NED1MC7yLqMWpr-XSYlizkbYDh0AwKm8SA/s1600/belgrano.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="172" data-original-width="293" height="187" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3ehE1Ab3KEAQaQoeujezB7GwD-tpB1l0G1-rtgCIkIbJ8B2sdTjcDD049sBqv2BfKpSdA8oL7190QF3WPlt_M2D_VeUvvv5Vw30NED1MC7yLqMWpr-XSYlizkbYDh0AwKm8SA/s320/belgrano.jpg" width="320" /></a></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="background-color: white; color: #222222; font-size: small;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="background-color: #3d85c6; color: white; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="background-color: #3d85c6; color: white; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; color: #222222;">
<span style="color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">LOS DOS COLORES</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿Queréis saber una historia</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">que desde niño aprendí?</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Prestadme atenta memoria,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">la historia comienza así:</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Era una hermosa mañana</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">de luz y de aromas llena,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">limpia, azul, tibia y serena</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">como una virgen galana.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">El azul del firmamento</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">sintió celos de la plata</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">de un río, que se desata</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">sembrando flores sin cuento.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Y dijo el color azul:</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿De qué sirve la blancura</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">si no le presta hermosura</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">mi fino y vistoso tul?</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Azul es el regio manto</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">del pabellón de los cielos,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">que sin nebulosos velos</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">muestra a la tierra su encanto.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Doy a la humildad su encaje</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">y a la ilusión su alegría,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">y hasta la Virgen María</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">se vistió con mi ropaje.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">-Calla, calla, no presumas,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">que no está bien presumir</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">cuando hay poco que decir</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">-murmuraron las espumas.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿Cómo quieres comparar</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">con el mío tu atractivo,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">si todo el mundo es cautivo</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">de mi gracia singular?</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Blancos son los astros bellos,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">blanca la nieve y armiño,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">y la inocencia del niño</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">desparrama mis destellos.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Blanca es la luz que ilumina,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">blancas las olas del mar,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">los manteles del altar</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">y hasta la Forma Divina.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">El Sol que del cielo oyera</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">disputas tan enconadas,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">lanzando sus llamaradas</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">arguyó de esta manera.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿A qué viene el odio adverso</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">por privilegios mayores,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">si los dos sois los colores</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">más bellos del universo?</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Cese, por fin, la querella,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">que si unís los atractivos</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">de vuestros colores vivos</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">saldrá la insignia más bella.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Y arriba, arriba en la esfera,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">como un alado portento,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">arrullada por el viento</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">sonreía una bandera.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Era blanca cual la Luna</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">que manda besos de plata,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">y azul como la laguna</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">donde el cielo se retrata.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; text-align: justify;">Y dicen que el Sol prendado</span><span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span></div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">de beldad tan peregrina,</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">de entonces quedó enjaulado</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">en la bandera argentina.</span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
</div>
<div dir="auto" style="font-size: small;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #0b5394; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Teodoro Palacios (1885-1938)</span></div>
</div>
Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-64723357151762306702020-06-10T18:48:00.000-03:002020-06-11T11:04:54.975-03:00DECIMADEMISA<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUaPXFamcyeT-g6_cxikmgGqGnrpN8qa1PFJoSGbWSWv7qanJehxh3mJfGoPf62CLu8UNdtDMuV2lSGY37p9oQIJO2nfJnRU1nVGsiU5QQnN_zJuEK5xlJgtaK-KoRKn3-jZYD/s1600/F73.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="465" data-original-width="800" height="231" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUaPXFamcyeT-g6_cxikmgGqGnrpN8qa1PFJoSGbWSWv7qanJehxh3mJfGoPf62CLu8UNdtDMuV2lSGY37p9oQIJO2nfJnRU1nVGsiU5QQnN_zJuEK5xlJgtaK-KoRKn3-jZYD/s400/F73.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>José Bouchet, "Primera Misa en Buenos Aires". Museo Histórico Nacional.</i></td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<br />
Sabiendo en forma precisa</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
que le llegaba el momento</div>
<div style="text-align: justify;">
como quien da un testamento</div>
<div style="text-align: justify;">
Jesús nos dejó la Misa:</div>
<div style="text-align: justify;">
en ella Él sintetiza</div>
<div style="text-align: justify;">
toda su vida y su muerte,</div>
<div style="text-align: justify;">
y como alimento fuerte</div>
<div style="text-align: justify;">
nos da su Cuerpo sagrado</div>
<div style="text-align: justify;">
para que al fin, sin pecado,</div>
<div style="text-align: justify;">
gocemos su misma suerte.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<span style="font-size: x-small;"> Las Tunas, Corpus Christi 2020</span></div>
Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-15235215495075698592020-05-07T17:08:00.002-03:002020-05-07T17:12:18.844-03:00Letanías criollas a la Virgen de Luján (estilo)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: #0b5394; font-size: x-large;"><b><br /></b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: #0b5394; font-size: x-large;"><b><br /></b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: #0b5394; font-size: x-large;"><b>VIVA LA VIRGEN</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/BBQyea3K6eI/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/BBQyea3K6eI?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<br />Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-4614252015331993602020-02-10T17:33:00.002-03:002020-02-18T16:58:10.495-03:00Dios, nosotros y la lógica del subibaja<div style="text-align: center;">
<b> Pensamientos sobre antropocentrismo y teocentrismo </b></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;">a la luz de los Evangelios de la Presentación del Señor y del V Domingo del Tiempo ordinario (A)</span></div>
<div style="text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>"Humíllense bajo la poderosa mano de Dios, </i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>para que Él a su vez los exalte" (1 Pe 5, 6)</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9Jb8gu16Tzzt4G8e1qc_pJxEZtSXPVfrmochvftZwon-dBRTuEVRHYiadrSudU0wdlbsAAPB49LWbbIalrFQOqT0e7PUYeq0d0CWpjGD3cI5jgKbBaLXiJ-_kKVBVb93JelH9/s1600/manos+durero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="326" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9Jb8gu16Tzzt4G8e1qc_pJxEZtSXPVfrmochvftZwon-dBRTuEVRHYiadrSudU0wdlbsAAPB49LWbbIalrFQOqT0e7PUYeq0d0CWpjGD3cI5jgKbBaLXiJ-_kKVBVb93JelH9/s320/manos+durero.jpg" width="260" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nuestro Señor Jesús inauguró su predicación en esta tierra con el justamente mentado "sermón de la montaña", que es, por decir así, su carta de presentación, su discurso inaugural.</div>
<div style="text-align: justify;">
Fuera porque Cristo contaba con el trabajo ya realizado por Juan el Bautista o porque tenía otro "estilo" profético, lo cierto es que Jesús no comenzó sus enseñanzas enrostrándoles a sus oyentes sus flagrantes pecados ni fustigándolos con vehemencia como lo había hecho su insigne Precursor. Al contrario, comenzó felicitándolos con las Bienaventuranzas e inmediatamente confirmándolos con estas aseveraciones contundentes: "ustedes son la sal de la tierra" y "ustedes son la luz del mundo" (Mt 5, 13.14).</div>
<div style="text-align: justify;">
Estas palabras evangélicas resuenan con más hondura después de haber reconocido a Cristo como la "luz de las naciones", el día de la Presentación del Señor. En efecto, es Jesús mismo, la Luz del mundo, quien nos dice "ustedes son la luz del mundo".</div>
<div style="text-align: justify;">
Este hecho encierra una verdad que aparentemente es evidente, pero es tan poco obvia que a la mentalidad moderna se le escapa por completo. A saber: la grandeza de Dios no es, de suyo, una amenaza para el hombre. Él es el Ser que nos hace ser, la Vida que nos vivifica, el Santo que nos hace santos ("fuente de toda santidad"), <a href="https://diosyayacucho.blogspot.com/2009/11/un-rey-que-hace-reinar.html" target="_blank">el Rey que nos hace reinar</a>, el Maestro que nos envía a enseñar... en suma, es el que quiere, como Él mismo dice, que "demos fruto, y ese fruto sea duradero" (Jn 15, 16), el que quiere que nuestro gozo "sea perfecto" (Jn 15, 11) . Él nos quiere vivos, felices, fecundos...</div>
<div style="text-align: justify;">
Hay que volver a los dioses "humanos, demasiado humanos" del paganismo para encontrar a un Zeus furioso de envidia porque Prometeo le arrebató el fuego divino para dárselo a los hombres. En la Biblia, en cambio, es el mismo Creador quien graciosamente otorga al hombre de arcilla el soplo divino de su alma. Pero precisamente la mentira que la serpiente destila sibilinamente en los oídos de Adán y de Eva es la imagen falsa de un Dios envidioso: "bien sabe Dios que el día que coman del árbol se les abrirán los ojos y serán como Dios, conocedores del bien y del mal" (cf. Gén 3, 5).</div>
<div style="text-align: justify;">
Y sin embargo, toda la sociedad moderna se edificó expresamente sobre los falaces fundmentos de esta tergiversada imagen de Dios. Y las ruinas de esta disociedad posmoderna son la prueba de que esos cimientos eran insustentables. De hecho, la cultura de la ilustración, con su ciega fe en la "Razón", se propuso destronar a Dios como condición necesaria para, por fin, poner de pie al hombre devenido adulto, levantándolo después de largos siglos de humillante oscuridad en que la superstición religiosa lo tenía postrado. La modernidad prometía que todo lo que antes los hombres, de rodillas, esperaban de lo alto, ahora lo conseguirían por su audacia de saber, gracias a la ciencia, al progreso, a la técnica...</div>
<div style="text-align: justify;">
La Modernidad aplicó lo que podríamos llamar la lógica del "subibaja": para subir yo, tengo que bajar al de enfrente.</div>
<div style="text-align: justify;">
Pero hete aquí que Dios no está subido en el mismo juego que nosotros... Saquemos a Dios del subibaja, porque ese Dios que pensamos tener enfrente no es Dios, sino un ídolo. Dios jamás pierde su perfecta trascendencia, ni siquiera al hacerse nuestro hermano en Jesucristo, que es siempre nuestro Señor. Esa grandeza tan irreductible, la santidad de Dios, es la que precisamente nos asegura que nosotros, simples creaturas, en nada podemos afectar su divina gloria, ni para acrecerla ni para menguarla.</div>
<div style="text-align: justify;">
Esta infranqueable diferencia entre Dios y la creatura es lo que quiere expresar en lenguaje mítico el Génesis cuando Dios expulsa a los primeros padres del Paraíso para que no coman del árbol de la Vida (cf. Gén 3, 22-24) o cuando destruye la torre de Babel (cf. Gén 11, 7). </div>
<div style="text-align: justify;">
Ahora bien, en estos antiquísimos y sabios relatos bíblicos está expresado no sólo el problema, sino también su solución. El hombre está llamado por Dios a un destino de grandeza (el Paraíso) y de hecho es colocado allí... pero cuando él se corre de su lugar de creatura, deponiendo la actitud de obediencia confiada y pretende ser él mismo el artífice de su grandeza, es expulsado del Edén. En esas circunstancias, Dios aparece ante el hombre rebelde como un verdadero adversario. El relato de la caída de los ángeles expresa la misma verdad: Dios había hecho al Ángel un ser portador de luz (Lucifer, que es Lucero), pero esta luminosidad se pierde desde el momento en que la creatura dice: "¡no serviré!".</div>
<div style="text-align: justify;">
Pienso que hoy, los miembros de la Iglesia necesitamos, como hijos de esta cultura ilustrada, volver a esta verdad sobre el ser humano que está contemplada en el primero de los Mandamientos: "amarás a Dios sobre todas las cosas". El único humanismo cristiano es el de Cristo Jesús, y el centro de su corazón era Dios, su "<i>Abbá</i>". El recto antropocentrismo es siempre consecuencia -añadidura- del teocentrismo. Cuando el hombre (personal, social o culturalmente) se busca a sí mismo prescindiendo de Dios, se pierde indefectiblemente. "Busquen primero el Reino de Dios y todo lo demás se les dará por añadidura" (Mt 6, 33). Así lo expresa Santo Tomás de Aquino: </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; text-indent: 10px;"><i><span style="font-family: "times" , "times new roman" , serif;"> "Ofrecemos a Dios honor y reverencia no para bien suyo, que en sí mismo está lleno de gloria y nada pueden añadirle las criaturas, sino para bien nuestro; porque, en realidad, <b>por el hecho de honrar y reverenciar a Dios, nuestra alma se humilla ante El, y en esto consiste la perfección de la misma</b>, ya que todos los seres se perfeccionan al subordinarse a un ser superior, como el cuerpo al ser vivificado por el alma y el aire al ser iluminado por el sol" (Suma de Teología, II-II, 81, 7).</span></i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
Por eso, en la lógica siempre paradójica del Evangelio de Jesucristo crucificado, es preciso negarse a sí mismo, tomar la cruz, poner la otra mejilla, humillarse para ser elevado, ser el último para ser el primero, ser servidor de todos para ser el principal, no buscar salvar la propia vida sino perderla por Cristo, en fin, como Jesús, no hacer la propia voluntad sino la del Padre Dios, morir para resucitar.</div>
<div style="text-align: justify;">
O para retomar la reflexión por donde la empezamos: reconocer humildemente a Cristo como la Luz de nuestras vidas para que Él a su vez nos haga "luz del mundo".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkWKyrbxjJo-oMLqdRqrnneOZqHHzF38XjBq4biIcLYAy77vd755CcIVyqNxyagMcwD5VQojBFCS1d2AyfOXP324opGQZefNOOKOCdLxD9Q8vcVhAw8fWmcgzj8bNynhtW7LmQ/s1600/hqdefault.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="480" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkWKyrbxjJo-oMLqdRqrnneOZqHHzF38XjBq4biIcLYAy77vd755CcIVyqNxyagMcwD5VQojBFCS1d2AyfOXP324opGQZefNOOKOCdLxD9Q8vcVhAw8fWmcgzj8bNynhtW7LmQ/s320/hqdefault.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-6439651971902028792019-07-30T16:37:00.002-03:002019-07-30T17:02:55.820-03:00Una santa inconciencia<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 107%;">Pensamientos vocacionales en el día del Apóstol Santiago<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">El
pasaje en que Nuestro Señor se encara con los hijos de Zebedeo (Mt 20, 20-23;
Mc 10, 35-40) porque le habían pedido sentarse a su derecha e izquierda en el Reino
encierra, a mi ver, una profunda enseñanza acerca del camino de la felicidad
humana. O del seguimiento de Cristo, que es lo mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“Jesús
les dijo: Ustedes no saben lo que están pidiendo” (Mc 10, 38).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Pues
de eso se trata esta reflexión. Quiero hacer una apología de esa ignorancia
santa, de esa inconciencia corajuda que lleva a tantas almas generosas a
entregarse <i style="mso-bidi-font-style: normal;">para siempre</i>. Y no estoy
sólo pensando en quienes se consagran a Dios en la vida religiosa o el
sacerdocio, sino también en quienes emprenden la aventura del matrimonio. Y
también, por qué no, en quienes se comprometen con idéntico empeño y fidelidad
en otras altas causas, quemando, como Cortés, las naves que permitirían
volverse atrás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">“¿Podrán
ustedes beber la copa que yo voy a beber o recibir el bautismo que yo
recibiré?” (10, 38). Y ellos, Santiago y Juan, sin saber ni preguntar de qué
copa o de qué bautismo hablaba el Señor, se apresuraron a responderle: “¡sí,
podemos!” (10, 39).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">¿Y
no fue San Pedro quien también le gritó un día lleno de fervor: “¡Yo daré mi
vida por ti!” (Jn 13, 37).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">¿No
será justamente por esta impetuosa audacia, por esta noble temeridad que
Cristo los amaba especialmente a ellos tres, tanto que los hizo privilegiados testigos de la resurrección de la hija de Jairo y del Tabor y sus
compañeros del Getsemaní?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Nuestro
Señor sabía demasiado bien que ninguno de ellos sabía lo que implicaban sus
solemnes palabras y, sin embargo, las recibió como expresiones sinceras de su
ambicioso y osado amor. Los hijos de Zebedeo tuvieron que ver cómo se
deshacía su vana ambición de gloria mundana; Pedro negó tres veces a su Señor y
atravesó el drama de su pecado. Sin embargo, al cabo cumplieron sus “primeros
votos”: Juan compartió la copa de la Pasión del Señor al pie de su Cruz y fue
rociado con el bautismo de su Sangre y Agua allí derramadas; Santiago fue el
primero de los doce en derramar la sangre por Cristo; Pedro siguió a Cristo
literalmente hasta la muerte en cruz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Claro
que en la aceptación de Jesús -en la voluntad de Dios, y solo en ella- está el
motivo de la perseverancia final: “Yo he rogado por ti para que tu fe no
desfallezca” (Lc 22, 32) le dice a Pedro; y a los Zebedeos: “La copa que yo he
de beber la beberán y también recibirán el bautismo con que yo seré bautizado”
(Mc 10, 39). Y por eso la única "pastoral vocacional" que propuso el Señor es la oración: "Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha" (Lc 10, 2).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>⃰⃰⃰<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>⃰⃰⃰<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>⃰⃰⃰<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Dicho esto, pienso que cabe preguntarse si nuestras actuales
prácticas pastorales respecto a las vocaciones sacerdotales o religiosas, e
incluso respecto a los matrimonios, dan cuenta de la legitimidad de este santo
arrojo a la hora de elegir el estado de vida.</span><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><o:p> Por supuesto que los fracasos matrimoniales, y sobre todo la crisis escandalosa del clero pervertido empujan a una entendida reacción que lleva a extremar las precauciones en el discernimiento eclesial de los candidatos. Lejos de mí propiciar ni de lejos </o:p></span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;">un fanatismo irracional e irresponsable que atraiga la rapacidad de los manipuladores de conciencias y que sofoque las
legítimas preguntas (“¿Cómo puede ser esto si no conozco varón?” [Lc 1, 34]) que el discernimiento espiritual requiere para saber -ante todo- si es Dios el que está llamando (cf. 1 Sam 3, 4-10). Pero sí busco que se haga siempre lugar a la magnanimidad generosa dispuesta a tener que “guardar y meditar en
el corazón” (Lc 2, 19) todo lo impensado -e impensable- que sobrevendrá después
de dado el “hágase” (Lc 1, 38). </span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.4pt;"> Sería sencillamente imposible que uno tomara una
sola decisión que comprometiera su propio futuro si le fuera dado conocer todas
las consecuencias que ella traerá aparejadas… ¿Es conducente, pues, que a la vuelta de muchos años, se evalúe la validez de esos "primeros votos" con "el diario del lunes" ante los ojos, exigiendo extemporáneamente al "sí" inicial una madurez que sólo la experiencia puede dar...? </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Creo que hay algo profundamente humano que se pone en juego cuando un hombre o
una mujer, trascendiendo las prevenciones y los cálculos que su pobre razón le
opone, se entrega “con todo su ser” -también con su futuro- a una santa causa,
dispuesto a no mirar para atrás. Las cargas se irán - o no- acomodando al andar, a
medida que el horizonte se va haciendo más lejano y uno, caída tras caída, es a
pesar de todo fiel al amado camino que a un mismo tiempo nos marca el destino y
nos lo aleja. Por el contrario, una vida sin entrega, sin arrojo, sin confianza
en una palabra, encerrada en la asepsia de la temerosa mentalidad “aseguradora
contra todo riesgo” deja de ser vida para ser apenas, como dice la canción, “permanecer
y transcurrir”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">En
tiempos de frío racionalismo y de egoísta pusilanimidad, más que nunca es fácil
ahogar los ideales, y con ellos a los quijotes que alucinados se
disponen a seguirlos. Las modernas ciencias humanas… “demasiado humanas”,
deudoras las más de las veces de una estrecha antropología iluminista, que
cercena la humanísima “capacidad de Dios” en que fuimos constituidos, no hace
muchas veces más que alentar o justificar las fáciles opciones de vida burguesa
y hedonista en que se evanece, aburrida y estéril, la civilización posmoderna,
como engullida por un gigantesco bostezo existencial.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Pero
muy distinto es dejar que sus limitados criterios nos corten las alas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a “nosotros” que hemos decidido, “teniendo en
torno tan grande nube de testigos, sacudiendo todo lastre y el pecado que nos
asedia, correr con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en
Jesús, caudillo y consumador de la fe, quien en lugar del gozo que se le
proponía soportó la cruz sin miedo a la ignominia, y está sentado a la derecha
de Dios” (cf. Heb 12, 1-2), a quien sea la gloria por los siglos de los siglos.
Amén.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6Kcm5zjKg213rbvofQmLBaUEi-yxbIchq5vKWL7mvh9M0s_2Ss9Do3WcFyu1oW-7Z7rBUy-I-z_wKGPw-zKRINSm0qcYv1lMOkEb3t4NNsIF3i4OyjppJxobSWKe-dVCjDyGv/s1600/santiago+matamoros.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6Kcm5zjKg213rbvofQmLBaUEi-yxbIchq5vKWL7mvh9M0s_2Ss9Do3WcFyu1oW-7Z7rBUy-I-z_wKGPw-zKRINSm0qcYv1lMOkEb3t4NNsIF3i4OyjppJxobSWKe-dVCjDyGv/s640/santiago+matamoros.jpg" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Aparición de Santiago matamoros durante el cerco de Cuzco, anónimo peruano.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-28101729.post-81161903690403557742019-05-31T11:36:00.001-03:002019-05-31T11:39:36.110-03:00Las alas de la paloma<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghlPCYj6ZzBLlwWjIoJ8pCHgaL9SEWakZJGmMIsRmorOT_OTsDSM7y8xS3Z6gh6GtUyYlC29bJjyM31zulqHqfvBqlSeT2aN2kHRIsdwIxYYtueP0MaF1TTASfQF41oFKZ3v-g/s1600/41gFOyP2IML._SX355_.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="266" data-original-width="355" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghlPCYj6ZzBLlwWjIoJ8pCHgaL9SEWakZJGmMIsRmorOT_OTsDSM7y8xS3Z6gh6GtUyYlC29bJjyM31zulqHqfvBqlSeT2aN2kHRIsdwIxYYtueP0MaF1TTASfQF41oFKZ3v-g/s320/41gFOyP2IML._SX355_.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>"Paloma de la Paz", Pablo Picasso</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"> “La
paz les dejo, mi paz les doy; no se la doy como la da el mundo”
dijo Cristo en la última Cena (Jn 14, 27). </span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"> En
ese contexto, vale aclarar, Jesús se refiere al “mundo” como esa realidad cuyo
“príncipe” es el mismo Demonio (cf. Jn 14, 30), y que representa
todas las fuerzas que se oponen a Dios, y que por eso “odia” a
Cristo y a sus discípulos (cf. Jn 15, 18-19).</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"> La
paz… ¿Quién no quiere la paz? ¿Quién no desea vivir en paz?
Hasta los que hacen la guerra hablan de la paz… Pensemos, si no, en
la sangre que costó establecer la famosa “</span></span><span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><i>pax</i></span></span><span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">”
del imperio romano, o el nombre “</span></span><span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><i>peace
keeper</i></span></span><span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">”
que el actual imperio angloamericano le puso hace unos años a uno de
sus misiles. En efecto, el mundo también propone una “paz”. Pero
ésa no es la de Cristo. Ahora bien, ¿qué diferencia hay entre la
paz de Dios y la paz del mundo?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"> Se
me ocurre una imagen que puede quizá ayudar a verlo de forma
didáctica. </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">Inspirada
sin duda en aquella que soltó Noé desde el arca y volvió trayendo
en su pico una rama de verde olivo, signo de que Dios había hecho
las paces con el mundo (cf. Gén 8, 10-11), la paloma blanca es hoy
el símbolo universal de la paz. Podríamos decir, entonces, que así
como la paloma vuela merced a sus dos alas, la paz verdadera sólo se
sostiene gracias a la verdad y a la justicia. </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_GoBack"></a>
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">La paz del
mundo es muy seductora por su blancura y candidez, pero no puede
volar pues tiene cortadas las alas de la verdad y la justicia. La paz
que ofrece el mundo es una paloma de alas cortadas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><i>Paz
sin justicia</i></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><i></i></span></span><span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"> Los
caminos falsos de la paz, siguiendo la imagen del Evangelio, diríamos
que son “caminos anchos que llevan a la perdición”. Parecen
atajos, y por eso atraen, pero son desvíos que nos descarrilan al
precipicio.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">Una
de las formas de la falsa paz es la paz que nace de la injusticia.
Serían ejemplos de ella las “pacificaciones” de los imperios. Es
la paz del violento, del que hizo callar por la fuerza a su
adversario, del que eliminó el conflicto eliminando al opositor. Es
la “paz” que sobrevino, por ejemplo, después de Hiroshima y
Nagasaki: una paz edificada en muerte. Los “tratados de paz” en
estos casos son un triste eufemismo; no hay respeto al otro, ni
siquiera hay sitio para la verdadera alteridad: sólo habla el
vencedor. Con todo, su “orden” y su “tranquilidad”,
malcimentados en las frágiles arenas del miedo, suelen ser
atractivos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">Una
forma menos “fuerte” de esta paz sin justicia -y más acorde a
los tiempos que corren- es la que busca saltear los conflictos e
ignorar los problemas, echando piadosos “mantos de paz” para
evitar resolver de verdad las desaveniencias. Propia de una sociedad
pusilánime y evasiva, que prefiere “mirar para otro lado” y no
comprometerse con la realidad. </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">En
nuestra patria hemos recorrido sucesivamente estos dos derroteros.
Después de años de violencia guerrillera las Fuerzas Armadas
lograron, con una violencia más fuerte, “pacificar” el país. La
fragilidad de esa “solución final” no tardó en quedar de
manifiesto. Años más tarde, quiso ponerse fin, con una paz por
decreto, con un solemne “ya pasó”, a las heridas abiertas por
esas décadas de violencia. Era otro falso atajo. Sin justicia
verdadera, la paz no puede tener lugar.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><i>Paz
sin verdad</i></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><i></i></span></span><span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"> Para
el espíritu del “mundo”, la verdad es enemiga de la paz. La
falsa paz de las vidas anestesiadas y de los corazones indiferentes
se rompe, efectivamente, ante la percepción de la verdad. Para los
cultores de esta pseudo paz no hay mayor adversario que la verdad. Su
sola idea, nos dicen, engendra intolerancia y violencia. La única
condición para poder convivir pacíficamente es que todos renuncien
a la pretensión de la verdad. Sin esta “pluralidad” basada en el
escepticismo no podría haber diálogo y respeto. O la verdad, o la
paz.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"> Por
supuesto que este pacifismo relativista, hoy tan vigente, en seguida
enseña los dientes. La violencia con que busca erigirse e imponerse
como “discurso hegemónico” revela su profunda contradicción
interior. Pero sobre todas las cosas, deja a las claras su absoluta
impotencia para servir de base a una convivencia social digna del ser
humano. Por el contrario, al intentar erigir en sólido fundamento la
natural liquidez del subjetivismo, abre las tranqueras a la
desorientación más absoluta, al caos, y de este modo se se corta a
sí misma las manos con que podría subsanar las mil injusticias que
se siguen. </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">No
es casual que el responsable de la mayor injusticia de la historia,
por buscar -lavándose las manos- la falsa paz del “no te metás”,
haya sido quien un poco antes dijera con displiscencia: “¿qué es
la verdad?”.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">Esta
paz sin verdad es una paloma muy tierna y blanca. Es difícil no
ceder a su arrullo encantador. De hecho, una de las peores
tentaciones que tenemos como Iglesia de Cristo es la de renunciar a
las verdades políticamente incorrectas (p. ej.: Jesús es Dios y el
único Salvador, el aborto es un asesinato) por defender el diálogo
todobienista y la sociedad plural.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;"><i>La
paz de Cristo</i></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">Pero
el hecho es que Jesucristo es al mismo tiempo el “Justo” (Hech 3,
14) y la “Verdad” (Jn 14, 6), y por eso “Él es nuestra paz”
(Ef 2, 14). </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
“<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">La
paz les dejo, mi paz les doy” (Jn 14, 27). La paz de Cristo, ante
todo, es un don. Es algo que Él “da”. Ahora bien, la paz es, por
excelencia, el don del Resucitado: las primeras palabras de Cristo
para sus apóstoles la mañana de la resurrección fueron “la paz
esté con ustedes” (Jn 20, 19). Es decir, que Cristo da la paz
después de haber pasado por la pasión y la cruz. De ahí que su paz
sea precisamente la fuerza y el coraje para enfrentar -hasta dar la
vida incluso- la mentira y la maldad. ¿Podríamos imaginarnos a
Jesús “dejando para el lunes” la sanación sabatina de uno de
esos miserables leprosos, con tal de evitar el encono y la
persecución de los fariseos? ¿Seguiríamos a un Cristo que, ante
sus jueces del Sanedrín, a la pregunta “¿eres tú el Mesías, el
hijo del Bendito?” hubiese empezado con dulces ademanes a negociar,
a bajarse el precio, a transigir…? </span></span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 1.25cm;">
<span style="font-family: "baskerville old face" , serif;"><span style="font-size: small;">La
paz no es flor, sino fruto. Y el solo árbol que lo da es la Cruz.
Por eso, más que buscar la paz, lo nuestro pasa por “buscar el
Reino de Dios y su justicia”, y lo demás -la paz también- se nos
dará “por añadidura” (cf. Mt 6, 33). Así no andaremos en pos de atajos
ficticios para la paz, porque ella viene “de lo alto”, “de
yapa”, como regalo de Dios. A nosotros nos toca comprometernos
hasta el tuétano en la búsqueda de la verdad y en la práctica de
la justicia, “realizando la verdad en el amor” (Ef 4, 15). Y entonces sí, "la paz de Cristo reinará en nuestros corazones" (Cf. Col 3, 15).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<br />Cristián Dodds (hijo)http://www.blogger.com/profile/02997835498048120120noreply@blogger.com0