Este viernes, si Dios quiere, seré ordenado sacerdote. No quería dejar de compartir esta linda noticia, sobre todo, con aquellos amigos del blog a quienes no conozco personalmente.
Como lema de mi ordenación presbiteral elegí una súplica tomada de la Plegaria Eucarística III, pero que hacemos de una u otra manera en cada Misa: "Que él nos transforme en ofrenda permanente". En mi caso, es un fuerte deseo que le pido al Espíritu de Jesús: el deseo de que la vida entregada del Señor que cada día celebramos se traduzca en entregar cotidianamente la propia vida. Que mi vida se identifique con la Eucaristía... Y no sólo yo, sino que cada miembro de la comunidad a la que sirvo pueda, ayudada por mi ministerio, ofrecerse a Dios en favor de sus hermanos en su vida diaria.
Les pido a ustedes que se unan a este deseo, y que recen mucho por mí en este tiempo, para que sea un cura generoso y entregado.
Como lema de mi ordenación presbiteral elegí una súplica tomada de la Plegaria Eucarística III, pero que hacemos de una u otra manera en cada Misa: "Que él nos transforme en ofrenda permanente". En mi caso, es un fuerte deseo que le pido al Espíritu de Jesús: el deseo de que la vida entregada del Señor que cada día celebramos se traduzca en entregar cotidianamente la propia vida. Que mi vida se identifique con la Eucaristía... Y no sólo yo, sino que cada miembro de la comunidad a la que sirvo pueda, ayudada por mi ministerio, ofrecerse a Dios en favor de sus hermanos en su vida diaria.
Les pido a ustedes que se unan a este deseo, y que recen mucho por mí en este tiempo, para que sea un cura generoso y entregado.